Alfredo Fernández
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La futura Plaza de Toros cubierta de Collado Villalba sigue levantando cierto malestar y confusión. La afición está preocupada. He dicho afición, no los interesados. Y es que la empresa que rija los destinos del coso lo hará nada más y nada menos que durante 40 años. Es indignante y asusta mucho el futuro taurino de Collado Villalba durante ese tiempo. Independientemente de la gestión que haga la empresa adjudicataria, habrá que soportarla.
Lo haga bien, regular o mal habrá que aguantarse y el Ayuntamiento tendrá las manos atadas y no podrá echarla. Dará igual que esté el actual Equipo de Gobierno u otro. Nada se podrá hacer ya. No conozco ningún Consistorio capaz de tomar una decisión de estas características. Posiblemente estén mal aconsejados al respecto, aunque no creo. Pero hay determinado empresario taurino que está lanzando la caña en muchas localidades serranas para meter el hocico y acomodarse de por vida. Hace bien. Va a sus intereses, a llevárselo durante un porrón de años. Pero esto choca con los intereses generales y el bien del pueblo. Entre los empresarios los hay muy espabilaos. No quieren ir a plazas de segunda a jugarse un euro, sino que quieren ir de los pueblos a Las Ventas. O también de las desorbitadas subvenciones de un municipio a buscar la fórmula de quedarse de por vida para hacer lo que le dé la gana y llevarse el parné, porque un político irresponsable se lo consiente. Esperemos que en Collado Villalba no tengamos que vivir este tipo de experiencias.