Opinión

Por confesar que es gay le acusan de ‘malformado’ - Un trabajador del Ayuntamiento de C. Villalba recibe varios e-mails con calificativos vejatorios

LUCES Y SOMBRAS

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El hecho de que Fernando Aguado, técnico del Ayuntamiento de Collado Villalba, se declarase gay le ha ocasionado los insultos y las descalificaciones de algunos compañeros, entre los que presuntamente podrían encontrarse algunos miembros del Comité de Empresa (los correos electrónicos recibidos por Aguado proceden de su cuenta) Incluso su presidente, José Luis Lagar Martínez (UGT), ha reconocido ser el autor del e-mail en el que se acusa a este trabajador municipal de ser un ‘malformado genético’.

Lagar ha negado la autoría del resto de los correos electrónicos aunque, según recogía la semana pasada el diario El Mundo, ha reconocido que tiene pruebas de quién era la persona que había usurpado su identidad. Esperemos que lo desvele cuando comparezca ante un juez.

Este caso de homofobia se inició en el momento en que Fernando Aguado denunció ante el Comité de Empresa a uno de sus superiores por haberle sustraído una carpeta con documentos personales. Como esto se producía en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas celebradas el pasado año, y dada la buena relación existente entre los sindicatos UGT y CC OO, con el Ejecutivo socialista y para evitar un escándalo, el tema quedó sobre la mesa.

Insultos vejatorios
En octubre de 2007, y al no tener noticias de su denuncia, Aguado volvió a incidir en el asunto porque consideraba se había producido una “clara vulneración de su derecho a la intimidad por parte de un superior”. La contestación, se dice, del presidente del Comité, no se hizo esperar: “Llevo 22 años en UGT y mi posición la he conseguido luchando por mejorar los derechos laborales de los que usted se beneficia”. La insistencia del técnico municipal por saber qué había pasado con su denuncia provocó una segunda respuesta, ahora firmada presuntamente por el presidente del Comité: “Tenga cuidado no le pille el tren”. Aún hubo una tercera: “Yo tengo una formación que usted no conseguirá nunca; lo que si le engrandece es reconocer su malformación genética”. Fernando Aguado anunció que acudiría a los tribunales y los insultos, vía e-mail, se incrementaron: “Deja ya de dar por culo”; “¿Por qué intentas dar pena por tu condición sexual?”. También le acusaron de ser “el que va detrás de la pancarta vestido de trábelo”. La guinda de los despropósitos llegó a través de otro escrito, supuestamente procedente de la cuenta del ordenador de Lagar, bajo el título Los Santos Inocentes donde aparecía un chiste gay protagonizado por mariconas. Fernando Aguado dice que ha tocado a todas las puertas, desde las de la Justicia hasta las del PSOE, pasando por UGT-Madrid, sin que nadie le haya dado respuesta hasta ahora y los responsables del Ayuntamiento de Collado Villalba, con la ya habitual carga de cinismo que les caracteriza en aquellos casos donde tiene la obligación de pronunciarse a favor de una de las partes en litigio ( ya saben lo de hoy por ti y mañana por mí), manifestaron al diario El Mundo que el caso, después de un año, “se sigue estudiando” “y que se abrieron diligencias informativas cuyas conclusiones consideraron que no procedía la apertura de expediente disciplinario alguno al no poderse determinar la identidad de la persona autora de los correos por ‘imposibilidad técnica’, ya que ni José Luis Lagar ni los miembros del Comité de Empresa que podían tener la contraseña de la cuenta [desde la que se enviaron los e-mail] se reconocieron autores”.

Depurar responsabilidades
La justificación sobre el cierre de unas diligencias que posiblemente nunca se llegaron a abrir nos parece de niño de 3 años, porque en qué cabeza entra que los responsables de estos escritos acepten la consumación de un delito como lo es la homofobia (aversión, odio, discriminación contra hombres y mujeres homosexuales, bisexuales o transexuales, etc), reconociéndose autores de tan insultantes escritos. CGT, segundo sindicato en número de representantes en el Ayuntamiento villalbino ha acusado tanto a UGT como a CC OO de hacer pinza para controlar el Comité y de ser bastante dóciles a los planteamientos y deseos del Ejecutivo que preside José Pablo González, y que éste les corresponde con ciertos favores. Ahí, caso de ser cierto, podría encontrarse la respuesta no sólo a la pasividad de estos sindicalistas a la hora de defender los intereses del técnico municipal acusado de malformado, sino también a la actitud mostrada en otros temas, donde sus decisiones, al menos hasta ahora, lesionan claramente los intereses de sus representados. Confío que los responsables comarcales y provinciales de UGT tomen cartas en el asunto y depuren las responsabilidades que sean pertinentes tanto en el caso de Fernando Aguado como en aquellos donde esté en juego la independencia sindical y los derechos de los trabajadores.

Me viene ahora a la memoria la interpelación parlamentaria presentada hace apenas un año por el diputado socialista Francisco Garrido, donde pedía explicaciones y medidas por un caso de homofobia surgido por el acoso a una pareja homosexual residente en un municipio de La Rioja . Y yo digo, ¿cómo es posible que políticos de una misma ideología o que presumen de ser progresistas pueden reaccionar ante un caso similar de forma tan diferente?. Creo sinceramente que a esta pregunta sólo pueden responder el alcalde y los ediles socialistas de Collado Villalba.