Agencias | Miércoles 22 de octubre de 2014
Casi medio centenar de activistas de Greenpeace han asaltado las oficinas, en Madrid, de la empresa Explosivos Alaveses Sociedad Anónima (EXPAL), fabricante de armamento de guerra y de bombas de racimo. Como parte de la protesta han entregado a los empleados de EXPAL un vídeo con el testimonio de un camboyano mutilado por las bombas.
La manifestación se produjo en la zona de los recintos feriales de Ifema, en la capital. Tres escaladores desplegaron desde la azotea una pancarta gigante con la imagen de un niño mutilado por bombas de racimo donde se leía: "Expal fabrica bombas de racimo que mutilan". El objetivo de los activistas era exigir la prohibición de la producción, utilización y comercialización de las bombas de racimo.
Trabajadores de la empresa agredieron a los fotógrafos que estaban siguiendo el asalto de los activistas. Los miembros de Greenpeace también fueron agredidos. Mientras se producía el encontronazo cinco furgones y cuatro coches de la policía llegaron al edificio para obligar a los ecologistas a abandonar las instalaciones.
Greenpeace entregó a los máximos responsables de Expal una copia de una prótesis y un vídeo con el testimonio de un joven camboyano mutilado por este tipo de armamento que se dirige directamente a los fabricantes españoles: "Gracias por escucharme. Espero que dejéis de usar y fabricar bombas de racimo. Quiero enseñaros personalmente el resultado de vuestros productos. Por ello, me gustaría ofreceros esto como símbolo de vuestras acciones, como símbolo de lo que producís y como símbolo del efecto que tenéis en el mundo. Gracias". El regalo que realiza el camboyano de 18 años, Sot, a los fabricantes son las prótesis de sus brazos.
Por su parte, Expal ha emitido un comunicado en el que asegura que "no lleva a cabo actividades ni comerciales ni industriales en productos que eventualmente pudieran ser incluidos en la denominación de bombas de racimo". Pese a que la realidad iga lo contrario, ya que tal como se publicó en el BOE en 2006, Expal recibió en un contrato de mantenimiento de las bombas BME-330, una variedad de las bombas de racimo construida por esta empresa desde los años 80. Además, en la wel Ministerio de Defensa puede verse que el Ejército español cuenta con este tipo de arma fabricada por dicha empresa.