Editorial

A vueltas con la seguridad

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Esta semana hemos vuelto a encontrar un nuevo enfrentamiento entre el Partido Popular, en la oposición, y el Equipo de Gobierno. El origen de la disputa está en la seguridad, ya que el PP ha denunciado que el índice de delincuencia aumentó en 2007 un 43 por ciento, acusando al Ejecutivo de volver la espalda a este problema y mirar hacia otro lado, negando la evidencia y sin poner en marcha medidas concretas. Como ocurre en casi todos los ámbitos (desde el desempleo a las huelgas), las cifras y los porcentajes son interpretables y se pueden manejar de una u otra manera, si bien lo que prevalece finalmente es la sensación subjetiva en los vecinos. Y en este sentido, la seguridad es un tema muy sensible. Galapagar es un municipio que desde hace años presenta una compleja problemática en este sentido, y los comentarios en la calle sí parecen apuntar a que el trapicheo de droga es frecuente, incluso en lugares céntricos, además de en locales bien conocidos, y a que las bandas juveniles actúan de nuevo. Son dos ejemplos que están ahí por más que se intenten minimizar.

Frente a esta situación, llama la atención que en municipios vecinos como Alpedrete o Collado Villalba, sus respectivos ejecutivos sí se hayan presentado ante los medios con datos concretos, asegurando que ha disminuido el índice de delitos. No así en Galapagar, donde desde el Equipo de Gobierno se indica que la Delegación del Gobierno no ofrece cifras exactas, aunque en términos generales, añaden, se podría decir que el número de delitos está en unos niveles “similares” a los de años pasados. Ante la contundente afirmación del PP, cabía esperar un posicionamiento más amparado en los números que en el terreno de las buenas intenciones, ya que, más que despejar las dudas, no hace sino acrecentarlas.