El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Entre los temas tratados se ha abogado por un 'nuevo proceso penal' que brinde agilidad al ordenamiento jurídico. También ha habido tiempo para acusar al PNV de contagiar con su actitud al resto de nacionalismo. Con respecto a la inmigración han mantenido que 'es una oportunidad para quienes llegan y para quienes estamos'.
Tras la renuncia de San Gil de la ponencia política, el PP trata, nuevamente, de encarrilar sus vías. En contra de la 'teoría San Gil' sobre posibles desacuerdos, el partido ha insistido en que "el consenso" reina en filas 'populares'. "María comparte el 100% del texto", ha afirmado Alicia Sánchez Camacho, una de sus ponentes.
En la presentación de la ponencia en la sede del partido, Sánchez ha querido poner punto final a la polémica suscitada tras el portazo de la presidenta del PP de Euskadi al asegurar que se trata de una ponencia "consensuada por todo el partido" y, en concreto, "con el consenso de los tres ponentes".
Sin embargo, San Gil ha mantenido su postura y no ha acudido a la presentación. Por ende, han tenido que dar la cara sus compañeros de tarea, Sánchez y José Manuel Soria, presidente del Cabildo de Gran Canaria, que en ningún momento han explicado a qué discrepancias se refería la presidenta del PP vasco ni el porqué de su ausencia.
Pese a que el abandono de María San Gil se ha relacionado con la posibilidad de suavizar el discurso del partido de cara a los nacionalismos, lo cierto es que el documento vuelve a marcar la línea más dura de los 'populares' con fuertes acusaciones y reproches a estos movimientos. El centro de las críticas ha sido el PNV, al que ha acusado de "no colaborar en la derrota" de ETA.
El documento afirma que el PNV condena el terrorismo pero, al mismo tiempo, todos sus actos "desmienten sus palabras". Con respecto a esto, los 'populares' han culpado al partido vasco de contagiar con su actitud al resto de nacionalismos, intensificando lo que el PP califica de "proceso disgregador de España".
Soria ha ido más allá durante la presentación al detallar que la postura del PP sobre los nacionalismos se refieren a los partidos que "de una manera evidente no comparten el marco Constitucional" y ha exluido a Coalición Canaria con quien forma Gobierno.
En política antiterrorista, los de Mariano Rajoy se han planteado "actuar con la máxima coordinación por parte de los partidos democráticos". Eso sí bajo la condición "de un acuerdo público, concreto y por escrito para la derrota de ETA".
En cuanto a la reforma de la Justicia, los 'populares' coinciden con los socialistas en la necesidad de transformar el sistema judicial español. "No podemos decir que los derechos de los ciudadanos estén plenamente protegidos", recoge el texto. Para solventar esta situación se han mostrado afines a "cambios legales" que garanticen "más severidad" en penas de determinados delitos como "la pederastia, la violencia de género y la pornografía". Aboga por un "nuevo proceso penal" que otorgue agilidad al ordenamiento jurídico.
En inmigración, el PP ha suavizado su postura y admite que "acertar con un modelo de integración" es uno de "los grandes retos", reconociendo que la inmigración es una oportunidad no sólo para "quienes llegan", sino también "para quienes estamos".