El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La coalición de fuerzas pro europeas, liderada por el Partido Democrático (DS), del presidente Boris Tadic, ha ganado este domingo, con el 36,39% de los votos, las elecciones parlamentarias serbias. En tanto, el ultranacionalista Partido Radical (SRS) ha realizado la peor elección de su historia al obtener un 28,57%.
El presidente Tadic declaró, tras conocer los primeros resultados que le daban la victoria, que "los ciudadanos de Serbia confirmaron sin ambigüedades el rumbo europeísta del país, dijeron que quieren que Serbia se encuentre cuanto antes en la UE. Nosotros lo cumpliremos, esa fue nuestra promesa".
A la vez, advirtió que: "el Gobierno que formaremos no reconocerá a Kosovo; lucharemos por la integridad con todos los medios pacíficos y diplomáticos", lo que muestra un intento de desvincular su perfil europeísta del reconocimiento de la independencia de la antigua provincia serbia, que proclamó su independencia el pasado mes de febrero con el apoyo de los principales socios europeos.
Por su parte, el líder de los nacionalistas del SRS, Tomislav Nikolic, contrario al ingreso en la UE, advirtió a Tadic que no se atribuya la victoria y anunció que contactará con otros partidos, especialmente los socialistas y con el Partido Demócratico de Serbia, del actual primer ministro Vojislav Kostunica, para tratar de formar un equipo alternativo de gobierno.
Esta ha sido la cuarta cita electoral en sólo 16 meses, todas ellas calificadas de históricas y decisivas para el futuro del país. Han sido las primeras elecciones desde la independencia de Kosovo, hace tres meses. Para refrendar la propiedad sobre aquel territorio, considerado por Serbia la cuna de su nación, el Gobierno de Belgrado mandó celebrar los mismos comicios generales y municipales en las zonas de Kosovo habitadas por serbios, en un claro desafío a la ONU y la OTAN, que optaron por no intervenir.
Por su parte, la UE se ha encargado de favorecer a los de Tadic, cuyos números en las encuestas tienden a mejorar, ofreciendo a Belgrado un Acuerdo de Asociación y Estabilización, visto como una fase previa para ingresar a la unión, condicionado a la entrega del general Ratko Mladic, acusado de crímenes de guerra, y la retirada de visados para 2009.