El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Senado de Bolivia, controlado por los opositores al presidente indigenista Evo Morales, ha aprobado la convocatoria de un referendo para revocar el mandato de Morales y los gobernadores regionales. Esto, en una semana donde el resultado del referendo de autonomía de Santa Cruz le fue esquivo al máximo mandatario.
La medida fue aprobada de forma sorpresiva y por unanimidad, ya que incluso los senadores del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) votaron a favor.
La decisión del Senado da un nuevo giro a la crisis política que vive Bolivia desde hace varios meses por el enfrentamiento entre el proyecto de "refundación" de Bolivia como una republica socialista y plurinacional, impulsado por Morales, y las demandas autonómicas de varias regiones opositoras, lideradas por Santa Cruz.
El presidente no ha querido poner más leña al fuego y ha dicho sentirse "muy satisfecho" con la aprobación del referendo y se ha comprometido a convocarlo de inmediato. "Quiero reiterar mi posición de someternos al pueblo, que nos diga quién sirve y quién no para gobernar", ha dicho el presidente, para quien ese referendo "es una forma de profundizar la democracia" en el país.
La ley aprobada en el Senado fue propuesta inicialmente por Morales en diciembre del año pasado, en medio de una tensa situación política relacionada con el proceso constituyente, pero su tramitación se estancó en el Senado tras obtener el visto bueno en enero en la Cámara de Diputados. Tras los resultados del último fin de semana en Santa Cruz, el proyecto de ley fue retomado por la oposición con la clara intención de acestarle un golpe de knock out a Morales.
Sin embargo, el presidente tiene potestad para vetar la legislación pero, si finalmente decide promulgarla, el referendo se realizaría dentro de los 90 días siguientes al visto bueno del mandatario. Según la legislación boliviana, el presidente del Senado, el opositor Oscar Ortiz, puede poner en vigor la ley en caso de que Morales no adopte ninguna decisión sobre ella.
Para revocar los mandatos hace falta que el no supere tanto el porcentaje de apoyo obtenido en los comicios nacional y departamentales del 2005 -donde fueron elegidos-como el número absoluto de votos. En el caso de Morales y su vicepresidente, quedarían revocados si el no a su continuidad es superior al 53,7% de apoyo que consiguieron en el 2005 y a los 1.544.374 votos que cosecharon. Si los bolivianos rechazaran la continuidad del presidente y vicepresidente, Morales debe convocar a elecciones generales en un plazo de tres a seis meses.