El PP asegura que la delincuencia en Galapagar aumentó en 2007 un 43 por ciento

Han aguantado unos meses antes de hacer la denuncia, pero aseguran que por responsabilidad con los vecinos no pueden dejar este tema en un segundo plano: “La seguridad se ha degradado”, señaló el miércoles en rueda de prensa el edil del Partido Popular Pedro Hernández. Y a continuación, justificó su afirmación con cifras: “La delincuencia en Galapagar se ha incrementado en 2007 un 43 por ciento”. La situación, añadió, es considerablemente peor que en otros municipios del entorno, como Collado Villalba o Torrelodones. Sin embargo, explicó el concejal, en la reciente Junta Local de Seguridad “se pudo poner encima de la mesa la realidad de Galapagar en esta materia, pero se perdió una oportunidad de oro para buscar soluciones de forma conjunta y tomarse las cosas en serio”. Para el actual Equipo de Gobierno, prosiguió, “parece que estamos en Alicia en el País de las Maravillas”. “Negar este hecho no hace sino acrecentar el problema”, indicó el concejal, que fue responsable de Seguridad en la pasada legislatura.

“Hay robos en domicilios, atracos en comercios, tirones a plena luz en el mismo centro del pueblo y se ha vuelto al menudeo y tráfico de drogas, incluso en la plaza y frente a la propia iglesia”, manifestó el edil en rueda de prensa. “Ha aumentado la sensación de inseguridad y han aparecido de nuevo las bandas juveniles, aunque el concejal lo niegue. Los vecinos tienen miedo de circular a ciertas horas y por determinadas calles; hay gente que incluso da rodeos para no pasar por la plaza, es increíble”, señaló Hernández.

La situación, añadió, es más sangrante si se compara con la etapa precedente de gobierno del PP: “Para nosotros la seguridad fue una prioridad y ahora es algo que se maneja con mentiras. Dejamos una estructura organizada, con presencia policial en todos los sitios”, algo en lo que, a su juicio, se ha retrocedido en estos momentos. Como ejemplo señaló que los tres sargentos trabajan en el mismo turno, de mañana, “cuando la mayoría de los problemas se dan por la noche”. “Hemos perdido 14 policías, pasando de 77 a 63, y lo peor es que no se tiene la intención de cubrir esas plazas. Teníamos una ratio de 2,26 agentes por 1.000 habitantes y ahora estamos en 1,8”, explicó. “Conseguimos que la segunda y tercera fase de las BESCAM llegaran a Galapagar con 30 agentes, que han recibido una especial formación y que hoy se utilizan para labores de tráfico y no de seguridad”, continuó, para recordar que la pasada legislatura se pusieron en marcha determinados servicios (protección a la mujer, absentismo escolar, atestados, patrulla verde...) que ahora se están descuidando.
“El concejal de Seguridad vive de espaldas al pueblo, le viene grande el tema”, aseguró Pedro Hernández, que a continuación denunció que los agentes de la Policía Local “han recibido órdenes expresa, por escrito, de no patrullar las urbanizaciones en el turno de noche. ¿Por qué hacen eso? ¿Para que no pongan multas? Esramos hablando de algo mucho más serio, de la seguridad de todos los vecinos”.

Poner remedio
Por su parte, el portavoz del PP, Daniel Pérez, incidió en esta misma problemática, proponiendo al Equipo de Gobierno presidido por Carmen Toledano que se coordine con la Comunidad de Madrid. “Si quieren nuestra ayuda, se la prestaremos, estaremos ahí, y todos juntos intentaremos poner remedio”, indicó. En este sentido, dijo que el Ejecutivo no invitó a la Administración regional a la Junta Local de Seguridad, un “error” que debería ser corregido, según manifestó el edil popular.

En cuanto a las soluciones, Pérez señaló que hay que trabajar con la premisa de “tolerancia cero” en cuanto a la delincuencia, en coordinación con la Comunidad de Madrid y destinando los agentes de las BESCAM exclusivamente a seguridad ciudadana. l portavoz popular también propuso la puesta en marcha de un plan de seguridad y vigilancia en las urbanizaciones, aplicando las últimas tecnologías. Pérez cerró la rueda de prensa denunciando la “incompetencia de un Equipo de Gobierno que es un auténtico caos, con una división evidente, pero eso es algo que no tienen que pagar los vecinos”.