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Ya llegan a 15 mil los muertos en Myanmar por el paso del tifón

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El paso del tifón Nargis por Myanmar ha dejado al menos 15.000 muertos ha confirmado hoy el ministro de Exteriores Nyan Win. El ministro ha indicado, también, que las cifras de muertes podrían aumentar.

Como consecuencia de la tragedia, la Junta Militar, que dirige el país desde 1962, ha anunciado el aplazamiento del referéndum constitucional, previsto para el próximo sábado, en las áreas afectadas por el ciclón. La consulta popular tendrá lugar el 24 de mayo.

El Gobierno contabiliza ahora el número de daños en áreas remotas como la del delta Irrawaddy, donde se hundieron 67 naves y algunos ferries al paso del tifón. Además, hay varios puertos destrozados. "En Irrawaddy, hay más de 10.000 muertos y 3.000 desaparecidos. En Bogalay, hay al menos 10.000 muertos", ha indicado Win en la televisión estatal.

Anoche, el régimen birmano aceptó la ayuda que le ofrecía la comunidad internacional. El país requiere urgentemente medicinas, alimentos y equipamiento como tiendas de campaña o material de construcción. Para hoy está prevista la llegada a Yangon del primer cargamento de alimentos, medicinas y material de emergencia procedente de la vecina Tailandia.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países también han ofrecido su ayuda para auxiliar a las víctimas. EE UU ha abierto un fondo de ayuda a través del PMA y de otras agencias, mientras que el Gobierno español está a la espera de la decisión de sus socios europeos para comenzar a enviar asistencia humanitaria.

La población en las zonas afectadas vive desde hace tres días sin suministro de agua y de electricidad y los precios de las artículos básicos se han disparado debido a la escasez y la especulación. El servicio de Internet está cortado desde el viernes, apenas funcionan los teléfonos y los residentes luchan por salvar sus propiedades en agua que les llega por las rodillas.

Las colas de automóviles que aguardaban turno para repostar en las estaciones de servicios son interminables, lo que contribuye a empeorar el monumental atasco, mientras el aeropuerto reabrió ayer sus puertas con un generador que sólo estará en marcha cinco o seis horas. Por su parte, la Cruz Roja ha comenzado a distribuir ayuda de emergencia a las decenas de miles de damnificados, algunos de los cuales se quejan de la pasividad de las Fuerzas Armadas, según la disidencia.