“Su reaparición fue una gran alegría, pero a la vez una preocupación, porque todos sabemos cómo torea y que cada tarde sale a darlo todo”

Miguel Bustillo es desde octubre del pasado año el presidente de la Peña José Tomás de Galapagar. Su padre, Vicente, incondicional seguidor del torero y máximo dirigente de la entidad durante mucho tiempo, falleció hace unos años.

Para su hijo, es un orgullo estar al frente de este colectivo: “Es toda una responsabilidad. Yo soy el presidente, pero hay que decir que tengo detrás la gran ayuda de muchos socios como Alfredo, actual vicepresidente, o de Ricardo, por poner dos buenos ejemplos. Nos encargamos de la organización de los viajes allá donde torea José Tomás, de coordinar los desplazamientos, facilitar las entradas y ayudar a los socios que se apuntan a seguir al diestro. Tenemos muchas ganas y nuestro objetivo principal ahora es organizar un viaje al mes”.

Los socios de la peña representan un número importante. Sólo hay que echar un vistazo a la gran cantidad de seguidores que se desplazaron hasta Barcelona el pasado domingo para ver que es una entidad que moviliza a muchos aficionados.
“La peña tiene un núcleo principal”, comenta Miguel, que no falla nunca allá donde se anuncia nuestro torero; luego hay otros que intentan ir al máximo posible de corridas si sus ocupaciones se lo permiten”.

La noticia de que José Tomás regresaba a los ruedos, que se hizo pública ahora hace un año, era la más esperada por los miembros de esta peña: “Fue una alegría y una preocupación a la vez. Todos sabemos cómo torea, los terrenos tan comprometidos que pisa y que cada tarde sale a darlo todo frente al toro. Es a la vez pasión por verle torear y cierto temor”. Miguel Bustillo no esconde su felicidad por verle actuar allá trenza el paseíllo cada tarde. “Ha vuelto a los ruedos como si hubiera reaparecido al día siguiente de marcharse. No vamos a descubrir ahora a este torero. No es pasión, pero fíjate cómo está y lo que hace a los toros. Cada vez torea con más poso, más seguro, más rotundo y sobre todo con un gran temple, además de la solera que ha dado a su toreo el paso del tiempo”, afirma el presidente de la peña.

Otro de las grandes alegrías para los socios ha sido su presencia en Madrid dos tardes el próximo mes de junio: "Todos los socios están como locos desde que se supo con seguridad que estaría en Las Ventas. Todos quieren entradas... Durante todo este invierno era la pregunta más repetida, y cuando se anunció que todo llegaba a buen puerto fue una alegría para todos, porque deseábamos que estuviera presente en la primera plaza del mundo. Es el único torero que actualmente acumula seis puertas grandes en Las Ventas (cinco como matador de toros y una como novillero), y ojalá que este año se puedan sumar más. Todos sabemos lo exigente que es este coso, pero también cómo se rompe cuando un torero se entrega como lo hace José Tomás”.

Para terminar, Miguel Bustillo, nos hace un repaso de cómo ha visto al torero en una de sus plazas preferidas después del gran éxito cosechado en 2007. “Ha sido una tarde muy interesante y de muchos detalles. Su segundo toro ha sido complicado y la faena ha sido importante. La firmeza, el aguantar, su valor... y con su primer toro lo mismo. No ha podido cortar las orejas por la espada, pero seguro que tendrá oportunidad de hacerlo las dos tardes que le quedan en Barcelona”.

Tampoco podemos pasar por alto la figura del vicepresidente de la entidad, Alfredo Torres, que trabajó duro desde las ocho de la mañana del pasado domingo para que no faltará ni un sólo socio a la cita de Barcelona. “Todo tiene que salir bien. En el autobús que partía de Galapagar a Atocha viajábamos cerca de 150 personas, más los que se sumaban al AVE por su cuenta. Ahora, en cuanto lleguemos nos vamos a poner manos a la obra para programar el viaje a Jerez de la Frontera, donde José Tomás actúa el próximo 3 de mayo. Es mucho trabajo, pero merece la pena”.

Ya de vuelta a casa, Torres hacía un pequeño balance de cómo había visto a José Tomás en la Monumental catalana. “La verdad que hemos pasado mucho miedo con su segundo toro. Se ha metido entre los pitones sin importarle nada, dándose un arrimón. La pena ha sido el fallo con la espada. El ganado tampoco se ha prestado al éxito y ojalá que no pase esto en Madrid, porque allí hacen falta toros con más motor y poder”, concluía el vicepresidente.