Galapagar

El miércoles 30 se inaugura la muestra sobre el cartel taurino en La Pocilla

Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
El próximo miércoles, 30 de abril, regresa la Red Itiner de la Comunidad de Madrid al centro cultural La Pocilla con la exposición El cartel taurino, que se podrá contemplar hasta el 20 de mayo de manera gratuita.

La temática taurina ha sido una de las que mayor impacto y tradición han tenido en la imaginería popular, desbordando el mundo del cartel y alcanzado todo tipo de impresos como aleluyas, cajas de cerillas, papel de fumar, etiquetas de vino y de puros, etc.

En esta muestra se hará un recorrido desde los inicios de este arte hasta nuestros días. Los trabajos más antiguos de la muestra -el primero está fechado en 1822-, al igual que ocurría con los del siglo XVIII, son de formato horizontal, enmarcados por medio de una orla tipográfica y un encabezamiento con la fórmula de la realeza. A partir de 1840 se produce un cambio en el encabezamiento y en el formato del cartel. Las primeras viñetas se inician a finales del siglo XVIII para adquirir mayor protagonismo en torno a 1850.

La aparición del cartel taurino moderno comienza en el último tercio del siglo XIX, cuando se introducen novedades técnicas fundamentales -litografía y más tarde fotograbado- y surgen los primeros artistas que firman sus diseños. La Edad de Oro de la cartelería taurina se desarrolla en el primer tercio del siglo XX, coincidiendo con las mejores producciones de los creadores del género: Roberto Domingo y Ruano Llopis. Ambos establecieron lo que podemos denominar las bases del cartel taurino (fuerte colorido, pincelada vibrante y suelta, captación de la movilidad y vibración del espectáculo, percepción lumínica de efectos solares… y una iconografía muy codificada) que permanecerán -salvo contadas excepciones- prácticamente inmodificables a día de hoy. Aunque también habrá hueco para otros artistas de carácter más innovador influenciados por diversas corrientes del arte europeo que han contribuido a renovar un género que parecía inmovilista y estancado.

Además, la muestra tiene un bloque dedicado a los asuntos al margen de la lidia, donde se podrán ver temas tan característicos como el retrato, la figura femenina, el público -en paseo hacia la plaza, en los alrededores de la misma o contemplando la corrida en las gradas-, los grupos sociales, escenas costumbristas y cómicas, la importancia del ferrocarril y los medios de transporte, etc. Y un segundo apartado centrado en aquellos temas que tienen que ver directamente con el desarrollo de la Fiesta. Desde la cría del toro bravo en el campo, pasando por todas sus fases, hasta llegar a la plaza para, una vez en ella, dar comienzo al espectáculo propiamente dicho de la lidia.