El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Con la reciente recuperación de la vía pecuaria Cañada Real Segoviana, en el tramo más cercano al colegio Gredos - San Diego de El Escorial, ha pasado de ser un aparcamiento público ilegal a un legítimo espacio público, restaurado con una plantación.
Esto sucedió en dos etapas: Primero se instaló la protección de la parte baja de la carretera, para evitar el peligro (supongo) del acceso masivo de vehículos al cercano pantano. Aún así, se permite un aparcamiento en esa zona de la vía pecuaria. Mientras tanto, la parte alta de la carretera comienza a invadirse con los vehículos que vienen masivamente al colegio. Pasado un tiempo, se ha procedido a cerrar este aparcamiento, aunque se permite otra zona de estacionamiento de vehículos al borde de la carretera, también en la vía pecuaria. Con ello se ha conseguido:
a).- Cumplir con las leyes: La vía pecuaria se ha devuelto a sus propietarios (es de todos los ciudadanos), aunque sigue perdiendo terreno (aparcamiento de zona de pantano y de zona alta, al borde de la carretera).
b).- No se puede aparcar masivamente, y por lo tanto, se genera un acceso incómodo tanto para los conductores que vienen al colegio, como para los que circulan por la carretera, para entrar y salir de la zona.
Tal vez el sentimiento lógico, equidistante, no sería el que provoque la maldición inmediata de los verdes-ecologistas-ambientalistas, y de los funcionarios correspondientes que hayan corregido oportunamente este desafuero. Más bien habría que agradecer que las leyes se cumplan y ponernos todos juntos a exigir una situación incómoda (ni prevista, ni planificada, ni solucionada en el proyecto de construcción del colegio), provocada por la circulación de vehículos en horas de entrada y salida de alumnos, sea subsanada en tiempo y forma, como correspondería a los poderes públicos (ya que ‘pasaron’ de molestarse y ser previsores con la instalación de un colegio sin los correspondientes servicios -aceras, aparcamientos, autobuses, etc). De aquellos polvos, estos lodos.
Fran Lorenzo
EL ESCORIAL