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La Comisión Europea expone dudas sobre las ventajas de los biocombustibles

Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Durao Barroso y el primer ministro belga Insinúan que habrá que modificar el plan que potenciaba su empleo

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha encargado un estudio "sin tabúes" sobre el impacto de la producción de biocarburantes en la agricultura, la alimentación y el medio ambiente.

Durao Barroso ha recordado, no obstante, que han sido los propios países de la Unión Europea los que han decidido elevar a un 10% para 2020 la cuota obligatoria de biocombustibles usados en el transporte.

Sin embargo, en representación de uno de los estados firmantes, el primer ministro belga, Yves Leterme, ha defendido junto a Barroso que "no debemos tener miedo a reflexionar de nuevo sobre este objetivo".

El comité científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente ha pedido a la UE que suspenda esta meta, y ha recomendado que se lleve a cabo "un nuevo y completo estudio sobre los riesgos ambientales y los beneficios de los biocombustibles".

El Comité, formado por una veintena de expertos independientes procedentes de 15 países europeos, considera que "el hiperambicioso objetivo del 10% es un experimento cuyos efectos son difíciles de predecir y controlar".

Barroso, cuya Comisión ha impulsado distintos compromisos contra el cambio climático, ha reconocido que "existe un debate", y ha añadió que "la Comisión Europea está estudiando todos los aspectos sin tabúes".

El objetivo de las políticas de la UE, según Barroso, es evitar el "descontrol" en la producción de biocarburantes, e implantar una política "aceptable y sostenible".

"Nosotros estamos contra los biocarburantes no sostenibles, como los que se producen hoy en partes de América", ha señalado Barroso, en referencia a la tala que están sufriendo los bosques tropicales del Amazonas.

En todo caso, la alternativa actual es el uso de petróleo, cuyos nocivas consecuencias por la producción de gases de efecto invernadero son bien conocidos, según ha admitido el presidente del Ejecutivo comunitario.