Pinar dio una gran dimensión en Madrid (Foto: WWW.LAS-VENTAS.COM)
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado domingo, 13 de abril, el novillero Rubén Pinar volvió a triunfar en la plaza de Las Ventas de Madrid, dejando claro que es un joven coleta con el que hay que contar y que es una de las más firmes promesas del escalafón.
El novillero de Albacete se quedó muy cerca de abrir la Puerta Grande del coso venteño tras cortar una oreja del sexto novillo de la tarde y dar una vuelta al ruedo ante el tercero tras una insistente petición.
Pinar pasó con autoridad y dominio por Madrid, mostrándose como un torero muy despierto, con valor y una solidez que el domingo le hizo ver las cosas muy claras para triunfar sin fisuras.
Su buen hacer en las novilladas nocturnas en esta misma plaza el pasado año se repitió este pasado domingo, y es muy posible que si la suerte le acompaña reedite triunfo en la Feria de San Isidro, donde está anunciado el día 12.
La novillada, con el hierro de Nazario Ibáñez, tuvo astados con cuajo y seriedad de toros. Los hubo muy mansos y desclasados, como los dos primeros, y otros abantitos de salida, como corresponde a su encaste Núñez, pero con gran repetición, siempre a más y con buena clase en la muleta, como fueron tercero y quinto. Por lo tanto, la novillada cumplió.
Vayamos primero con el triunfador del festejo, Rubén Pinar, que entendió perfectamente a su primer novillo y al que ayudó a que poco a poco fuera rompiendo a embestir hacia adelante. Lo vio pronto Pinar, dándole distancia y enseñándole los trastos muy por delante. El novillero ligó los muletazos en tandas con la mano baja, enroscándose al novillo y rematando las series con pases de pecho que llegaron mucho a los tendidos. Sobre el pitón izquierdo hubo algún que otro enganchón a destiempo, pero sobre la mano derecha su faena tuvo mucha altura y el público se metió pronto en la faena. Rubén Pinar tiene otra buena virtud: conecta pronto con el público y capta rápidamente su atención. El de Albacete prendió un pinchazo hondo que no fue suficiente, por lo que tuvo que usar el descabello y éste fue el principal motivo para que el presidente no le otorgara la oreja. Si hubiera dejado una estocada, posiblemente ahora hablaríamos de un éxito mayor. Pero es Madrid y hay que ser riguroso.
El sexto no terminó de romper nunca y Pinar poco a poco le fue metiendo en la canasta a base de exponer, para exprimir así al de Nazario Ibáñez. Hubo fases brillantes y donde corrió la muleta sobre ambas manos con temple y mucha fibra. Todo con exposición y mostrándose como un espada muy puesto y con gran capacidad de resolver los problemas que le plantean los novillos. Mató de un gran espadazo, cortando una oreja muy justa.
Alberto Revesado pechó con el segundo, un ejemplar listo y espabilado que cazaba moscas al vuelo y con el que el novillero estuvo breve pero pasó sus fatigas. El quinto ya fue otro cantar. Un utrero repetidor y con fijeza que fue a más pero al que, sin embargo, había que hacerle las cosas muy bien y no dudar. El de Salamanca estuvo decidido pero sin los recursos suficientes para cuajar al novillo como hubiera merecido.
Completaba la terna Alejandro Rodríguez, que sorteó el peor lote, si bien él tampoco acabó de confiarse. Su primero fue muy manso y sin fijeza, pero con el manejable que hizo cuarto debió realizar otro planteamiento de faena y manejar las telas con más temple.
Festejo para este domingo
La plaza de Las Ventas de Madrid continúa con sus festejos dominicales antes del gran maratón isidril. Para este domingo, 20 de abril, se anuncia una corrida de toros donde tres coletas intentaran agarrar un triunfo en Madrid que les sirva para poder relanzar su carrera. Nos referimos a Antón Cortés y Andrés Palacios, que se acartelan junto a Torres Jerez. Para la ocasión, se jugarán seis toros de Julio de la Puerta.
Triunfo de César Jiménez
El Palacio Vistalegre también abrió sus puertas el domingo para celebrar una corrida de toros, con una floja asistencia de público (no más de 3.000 personas). Se lidiaron seis toros de El Vellosino, justamente presentados, sin demasiado trapío y que, con nobleza, resultaron parados y descastados. El quinto fue el mejor, ya que tuvo más recorrido y se dejó más que el resto-
La faena de mayor calado de la tarde llevó la rubrica de César Jiménez, quien toreó muy bien a ese quinto toro de la tarde, sobre todo con la mano zurda, en naturales muy bellos, de trazo largo y donde el madrileño desplegó lo mejor de su tauromaquia. El de Vellosino no acabó de humillar ni de romper, pero Jiménez lo aprovechó muy bien, reivindicando un mejor trato esta temporada por parte de las empresas. Tras una buena estocada paseó las dos orejas.
Junto a Jiménez, le acompañó en la salida a hombros Salvador Vega, que cortó una oreja a cada uno de sus oponentes, un tanto dadivosas. Mostró firmeza, sitio y estuvo por encima de su lote, que fue poco agradecido.
David Luguillano, con un lote muy a menos, no pudo reeditar los éxitos cosechados otras veces en esta plaza. Lo mejor lo hizo en los lances de recibo con la capa a sus dos oponentes. Pero el escaso celo de su lote no dejó expresarse al torero pucelano. El domingo 27 habrá una nueva corrida de toros en Vistalegre y además la empresa proyecta recuperar en junio la Feria de San Antonio.