El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los colegios electorales en Italia han abierto el segundo y último día de los comicios generales, en los que están llamados a las urnas algo más de 47 millones de electores para elegir al nuevo Gobierno. La primera jornada ha estado marcada por un descenso en la participación respecto al 2006.
Los electores pueden elegir entre 32 listas, de las 15 que presentan un candidato a la jefatura del Gobierno, pero sólo dos, el progresista Partido Demócrata de Walter Veltroni y el conservador Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, se disputan la victoria en estos comicios. Los 61.212 colegios electorales permanecerán abiertos hoy hasta las 15.00 horas (13.00 GMT) e inmediatamente después comenzará el escrutinio de los votos.
Hasta el cierre de los colegios electorales durante la jornada de ayer, habían acudido a las urnas el 62,54% de los electores, casi cuatro puntos por debajo de la cifra registrada hace dos años, que fue del 66,53%, cuando la participación final fue del 83,5%.
Este dato de participación sólo corresponde a los votos destinados a la elección de representantes en la Cámara de los Diputados. Los relativos a la participación de los electores para el Senado se harán públicos este lunes al término de la votación, al igual que el escrutinio de los votos, previsto para la tarde.
Los analistas ya habían advertido de la posible bajada de afluencia en estas elecciones, debido al casi 30% de indecisos estimado, lo que podía traducirse en su mayoría en abstenciones. Según los sociólogos, un 25% de los votantes no ha decidido su apuesta hasta el último minuto. Este partido de indecisos será decisivo, según los expertos. Todas las previsiones indican que el Senado, que tiene las mismas competencias que la Cámara, será crucial para decidir el vencedor y la gobernabilidad con sus premios de mayorías regionales. Lazio, Cerdeña, Calabria y Liguria son las regiones a priori más abiertas y pueden ser la clave.
Además del futuro Gobierno de Italia, que puede volver a las manos del magnate Silvio Berlusconi y su partido Pueblo de la Libertad o recaer en el progresista Walter Veltroni, los italianos votan también los gobiernos de ocho provincias, 426 municipios (entre ellos, Roma y otras ocho capitales de provincia) y de las regiones de Sicilia (sur) y Friuli-Venecia Julia (norte). Sobre los primeros datos de participación de estas provinciales, por el momento asciende al 54,923%, seis puntos más que la registrada en las últimas elecciones, mientras que en las municipales alcanza el 64,261%, un dato muy similar al de las pasadas elecciones.
Muestras de descontento
Durante la jornada electoral de este domingo se han registraron algunos casos de votantes "enfurecidos" que acudieron a su colegio y, una vez allí, destruyeron la papeleta públicamente para protestar contra la actual clase política italiana.
Aparte de estos pequeños incidentes, los comicios se han desarrollado con total tranquilidad y los candidatos han respetado escrupulosamente el silencio electoral, evitando hacer cualquier declaración.
Berlusconi, a quien los últimos sondeos que pudieron publicarse, con datos de hace quince días, dan como vencedor por una diferencia de 5 a 8 puntos, llegó solo a su colegio electoral en Milán (norte de Italia). Veltroni votó en Roma acompañado de su mujer, Flavia, y de sus hijas Martina y Vittoria, que aún no puede votar al faltarle unos meses para cumplir los 18 años.
En los colegios se ha acatado con rigidez la nueva medida de dejar fuera de la cabina electoral teléfonos móviles o cámaras fotográficas para no poder demostrar a terceras personas a quién se ha votado y evitar así la compra de sufragios. Según se avisaba en las cabinas, las multas por vulnerar la norma van de 300 a 1.000 euros, además de arresto de entre tres y seis meses.