Imagen del la suciedad en el río Guadarrama (Foto: R. M. PEÑA)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Mal olor y suciedad es lo que provoca el desagüe de lo que parece ser el emisario del Canal de Isabel II que discurre paralelo al río Guadarrama a su paso por la localidad.
La denuncia vecinal por el estado del río es constante. El aspecto insalubre de algunas zonas provoca la indignación de los ciudadanos, que no entienden por qué la empresa adjudicataria de la contrata de limpieza (FCC) tarda tanto tiempo en acondicionar este espacio.
Según ha explicado el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Juan José Morales, la empresa tiene la obligación de limpiar el cauce y la ribera periódicamente, pero “no se puede llevar a cabo hasta que el caudal no adquiera unas dimensiones óptimas que garanticen la seguridad de los operarios; por ello, se suelen ejecutar estas tareas de limpieza a partir del mes de mayo”. Los servicios técnicos han confirmado que “en la contrata se establece la limpieza del río cada dos o tres meses; el problema radica en que cuando el cauce alcanza los niveles actuales es peligroso, y por seguridad no se lleva a cabo. Eso sí, cuando hay hechos puntuales, como la aparición de carritos, aletas o algún objeto de grandes dimensiones en el río, un trabajador de la empresa lo retira”, y aseguraron que a partir de mayo comenzarán los trabajos de limpieza y acondicionamiento.
En cuanto al mal olor y los vertidos al río, estas mismas fuentes señalaban que esto se debe a que por ambos márgenes del río transcurre un emisario de grandes dimensiones perteneciente al Canal de Isabel II que desagua en el propio cauce. “Estos aliviaderos que vierten al Guadarrama no son competencia del Ayuntamiento, sino del Canal” indicó.
Al ser preguntado acerca de si era posible que algún vecino estuviera vertiendo aguas fecales procedentes de su vivienda, este técnico aseguró que el Consistorio desconocía que se estuviera produciendo esta situación.