El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El presidente estadounidense, George W. Bush, envió ayer al Congreso el proyecto de ley para la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio con Colombia, al mismo tiempo que advertía que en esta decisión está en juego la seguridad nacional de EE UU "en una región crítica del mundo".
Con el envío del proyecto de ley comienza la difícil cuenta atrás para que ambas cámaras del legislativo, en manos de los demócratas, sometan a votación en un plazo máximo de 90 días este importante convenio comercial. Los demócratas consideran que Colombia no ha hecho lo suficiente para acabar con la violencia, desmovilizar a las organizaciones paramilitares y proteger a los dirigentes sindicalistas que sufren constante acoso, por lo que el trámite del tratado en el Congreso será cuando menos tortuoso.
"Si el Congreso fracasa en la aprobación de este acuerdo, no sólo habrá abandonado a un valiente aliado, sino que mandará la señal equivocada a todo el continente de que Estados Unidos no apoya a sus amigos", declaró el presidente.
En palabras del propio Bush, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, "ha hecho todo lo que le hemos pedido" para que el acuerdo salga adelante, por lo que ahora le toca mover ficha a Washington. "Uribe es un socio firme capaz de combatir el tráfico de drogas, el crimen y el terrorismo", dijo. La maniobra de Bush no tiene precedentes al referirse a un tratado comercial y demuestra la ansiedad de la Administración republicana de contar con un acuerdo antes de que el Congreso entre en receso en otoño debido a la campaña electoral.
Bush hizo ayer un recorrido por el trabajo realizado desde que hace 16 meses firmó el acuerdo: más de 400 reuniones, encuentros y llamadas al más alto nivel, así como viajes a Colombia de más de 50 legisladores. Para el presidente, la aprobación de este tratado va más allá de los resultados comerciales. Su triunfo es vital por motivos de seguridad nacional de los dos países.
En su opinión, Uribe está comprometido con los valores democráticos y de derechos humano. Pese a eso, "Colombia sigue bajo una intensa presión por parte de algunos en la región", explicó Bush, y "se enfrenta continuamente a los ataques de las FARC". Colombia encara también, según manifestó Bush, las amenazas de "un régimen hostil y antiestadounidense en Venezuela".
La Administración Bush también considera urgente la aprobación del tratado por obvias razones económicas. "Colombia es un gran mercado en el que podrían entrar los productos estadounidenses sin tarifas", recordó el presidente, quien aceptó, no obstante, que este pacto comercial podría tener una influencia negativa en algunos ciudadanos de Estados Unidos.
El tratado está siendo también polémico dentro de la batalla por la denominación demócrata a la Casa Blanca. Tanto el senador Barack Obama como la senadora Hillary Clinton, dicen oponerse al acuerdo porque daña los intereses de los trabajadores estadounidenses.