Desde hace unos días un gran tipo y mejor periodista me decía que Sánchez se iba a “hacer un Rubiales”. A mí eso me parecía impensable por muy caradura que nos pueda parecer en ocasiones Sánchez.
La fallida, como será su investidura, entrevista que el líder del PP solicitó al presidente en funciones celebrada el pasado 30 de agosto, tuvo tintes esperpénticos.