El megaproyecto de Honorio Lozano costará más de 20 millones

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Collado Villalba celebrada el día 4 de mayo de 2004, acordó encargar un informe que por entonces fue cuantificado en 25.500 euros “para determinar el número de plazas de aparcamiento que necesita la calle Honorio Lozano”. La empresa adjudicataria -decía el responsable de Urbanismo- deberá hacer un trabajo técnico y económico para saber “en que nos estamos metiendo, conociendo todos sus parámetros económicos y todas las respuestas que hay que dar a las necesidades de la población en esa zona”. En principio, según recogía la nota de prensa, está previsto que esta importante dotación, cuya inversión se calcula entre tres y seis millones de euros, cuente con 400 plazas de aparcamiento, ocupando todo el espacio urbano comprendido entre la plaza de España hasta el entronque con la calle del Pilar (donde están ubicadas las oficinas de Correos).

El informe no descartaba “poner a la venta algunas de estas plazas para resolver el problema de los residentes a la hora de aparcar sus vehículos”. Finalmente, el Ejecutivo local puso de manifiesto que “esta ubicación era la más adecuada, por estar “cercana al mercadillo, a los juzgados y a la futura estación de autobuses y ser la zona donde la densidad de comercio es mayor”.

Por su parte, el partido mayoritario de la oposición a través de su actual portavoz, el popular Julio Henche, criticó la necesidad de realizar este estudio, ya que a su juicio “no es necesario afrontar este coste; dando una vuelta por Villalba se puede conocer cual es la necesidad de aparcamiento”. Además, pidió que estos estudios “se traten en comisiones de tráfico y no se realicen por decreto de la Alcaldía”
Aumenta el presupuesto
Diez meses más tarde, Tomás Alberich, portavoz de IU en el Ayuntamiento villalbino, tras calificar esta obra de “faraónica”, afirmaba que en poco tiempo “hemos pasado de presupuestar 3 millones de euros a los 13 actuales. Es decir, cada vez que se habla de esta reforma sube el precio y este es un problema muy serio por el endeudamiento que conlleva y porque de llevarse a cabo colapsaría el tráfico durante dos años como mínimo en las calles Batalla de Bailén, Real y Honorio Lozano”
El 16 de marzo de 2005, el Ejecutivo daría el primer paso de cara a la consolidación de lo que hasta entonces sólo era una propuesta, al adjudicar la redacción del proyecto de ‘remodelación’ de Honorio Lozano a la UTE formada por las empresas Técnica Ingenieros-Juan Polín Guillén por un importe de 161.982 euros, dándoles cuatro meses de plazo para su realización. El alcalde, José Pablo González, justificó esta decisión en el hecho de que “se trata de una obra tremendamente importante y necesaria, que ha sido apoyada por PP y ADEI, así como por los comerciantes de la ciudad. Con su realización queremos soterrar parte del tráfico, conectando el vial con el parking de la biblioteca Miguel Hernández, creando más de 400 plazas de aparcamiento desde la calle de Correos hasta la plaza de España (calle Real), dotando a la zona de una mayor peatonalización y la reforma del entorno”. Aquí la primera autoridad municipal villalbina reconocía por primera vez que el importe de estas obras ascendería a 14 millones de euros (2.400 millones de las antiguas pesetas).Sin embargo estas cifras, tal como apuntaba el portavoz municipal de Izquierda Unida, siguen engordando y así, a día de hoy, ya se baraja la cifra de 20 millones de euros, mil millones de pesetas más, como cantidad mínima para afrontar este megaproyecto que el Ejecutivo que preside González ha calificado de “estrella” junto al del Coto de Las Suertes, otra obra bastante discutida y que dará mucho que hablar en los próximos meses.

Pero volviendo a la denominada remodelación integral de Honorio Lozano, quedan bastantes incógnitas por despejar. En primer lugar, la duda suscitada en cuanto a si serán las arcas municipales las que afronten íntegramente el coste de la misma, lo que supondría un fuerte endeudamiento de las mismas, o si esta obra está incluida en el Plan PRISMA del próximo quinquenio, con lo que una parte de la inversión saldría de los dineros que, vía subvención, concederá la Comunidad de Madrid a este Ayuntamiento. Queda una tercera vía, al parecer la que tiene menos posibilidades de prosperar, y es que aparezca un ‘mirlo blanco’ y acepte realizar este importante desembolso a cambio de la explotación comercial de dichas plazas durante varias decenas de años.Nos consta que alguna gestión se ha hecho al respecto, pero las empresas con capacidad económica para abordar un proyecto de esta envergadura han declinado el ofrecimiento
Paralización del comercio
Aunque la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Collado Villalba manifestase en su momento una buena acogida a este proyecto, lo cierto es que son muchos los comerciantes que no disimulan su preocupación ante la posible paralización de sus negocios durante casi dos años, plazo previsto para la realización de una obra de estas características, siempre que no surjan imprevistos importantes. El ejemplo de la obra realizada por el Ayuntamiento de Las Rozas en la calle Real de dicho municipio, muy similar técnicamente a la de Honorio Lozano (túnel y aparcamiento), provocó muchos enfrentamientos entre el colectivo comercial y el Ejecutivo que preside Bonifacio de Santiago, quien se vió obligado a realizar algunas concesiones, sobre todo vía impuestos, para paliar las pérdidas económicas reivindicadas reiteradamente por los propietarios de los establecimientos afectados.

También cabe suponer que la UTE Técnica Ingenieros-Juan Polín Guillén, a la que se le ha encargado la redacción del proyecto, para completar su proyecto hayan realizado las pertinentes catas en el tramo comprendido entre Correos y plaza de España, una zona donde, según un estudio geotécnico realizado recientemente y al que ha tenido acceso El Faro del Guadarrama, existen grandes capas graníticas, de ahí que los técnicos afirmen “que en un vaciado medio de tres metros de profundidad, el primer metro compuesto por jabres (arenas arcillosas) es fácilmente excavable; el segundo metro está formado por granito meteorizado y diaclasado siendo excavable con medios mecánicos, esto es una retroexcavadora potente con martillo picador y, finalmente, el tercer metro consta de granito sano y esto obligará a recurrir a la ayuda de cementos expansivos”. Este estudio recomienda contar con elementos de evacuación de aguas dado que el nivel freático se encuentra a una profundidad máxima de 2,20 metros, por lo que dichas aguas afectarán a las excavaciones, requiriendo impermeabilización y drenaje.