Cristina Narbona afirma que el urbanismo en Villalba es desorbitado

Sin embargo, ante la situación de Villalba, la titular de Medio Ambiente dijo: “No puedo manifestar mi apoyo a Collado Villalba porque sea un Ayuntamiento socialista. Yo soy la ministra de todos y no puedo respaldar su plan urbanístico, en el que están planteando un desarrollo desorbitado. Da la sensación de que ésta es una carrera en la que se dice: tonto el último, a ver quién pone más casitas en lo alto de un plano”.

En este punto hay que recordar que el PGOU y muchos de los planes especiales de esta ciudad han sido duramente criticados por las asociaciones ecologistas, indicando que en nuestro término municipal se han cometido “auténticas aberraciones” urbanísticas y medioambientales, destacando en este aspecto la reiterada destrucción de árboles centenarios, de vías pecuarias, la masificación de viviendas en Villalba Pueblo, etc; actuaciones que en algún momento han llegado a provocar el enfrentamiento entre la concejala de Medio Ambiente, Johana Bielicka, y el edil de Urbanismo, José Antonio Gómez Sierra, quien aseguró en el último Pleno que el centenar de árboles que adornan la calle Honorio Lozano y Batalla de Bailén “no tienen mayor valor ecológico que la sombra que dan”, lo que pone de manifiesto el respeto del edil hacia el entorno natural.

En el aspecto puramente urbanístico se han cuestionado en más de una ocasión algunos desarrollos como el de los edificios abrazafarolas en Villalba Pueblo, o la macroconstrucción en la zona de Las Eras, debida en gran parte a las permutas de fincas que el Consistorio hace con terrenos en Cantos Altos. Sin olvidar la actuación en la propia calle Honorio Lozano, con la construcción de un túnel y un aparcamiento subterráneo, un proyecto similar al realizado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y cuestionadas por los socialistas madrileños.

Las duras declaraciones vertidas por Narbona vienen a confirmar lo que este periódico ha defendido durante tiempo: que el municipio se está convirtiendo en el garbanzo negro de la política del Partido Socialista de Madrid (PSM), cuyo líder regional, Rafael Simancas, defiende una política urbanística donde prima la conservación del entorno medioambiental.