Medio Ambiente investiga posibles nuevos vertidos en la minera Maribel

Este periódico ha podido comprobar el paso de camiones de este tipo entrando al tramo de la vieja carretera M-505, que únicamente utilizan estos vehículos pesados para entrar al acceso a la minera, ya que sólo lleva a esta finca, a un bar semiabandonado o al puente de Retamar.

Esta explotación minera, situada en el límite sureste del municipio, lindando con Las Rozas, en el inicio del puerto de Galapagar, lleva años acumulando denuncias, principalmente de carácter ambiental. Sin embargo, los abogados del empresario que la explotaba, de dos prestigiosos despachos de Madrid, consiguieron ganar los juicios a los ayuntamientos de Galapagar y Las Rozas.

A pesar de otras presuntas irregularidades, el empresario minero estuvo haciendo acopio de escombros durante varios meses. Según confirmaron entonces los propios camioneros que iban allí a verter, estaban pagando entre 60 y 150 euros, según el volumen de sus contenedores. El ritmo de vehículos pesados llegó a superar los 40 diarios, durante más de tres meses.

En la Concejalía de Medio Ambiente están esperando la información que hayan recogido los agentes forestales, ya que no consta ninguna denuncia formal sobre este asunto. La experiencia de aquel entonces se saldó con la intervención de la Comunidad de Madrid, que sancionó y obligó a restaurar el suelo degradado a la empresa que explota la minera. Por ello, los temores del área de Medio Ambiente apuntan a que, en esta ocasión, se esté vertiendo de manera menos descarada, en otra parte de la finca que no es visible desde la propia M-505.