Los aullidos de Lobo Cojo

“Yo no sé si es por miedo, porque son unos pelotas o simplemente por quedar bien con el jefe, pero la verdad es que cuando JP anuncia que va a realizar una visita a una urbanización, a unas obras o a una zona determinada de nuestra ciudad, el día anterior los fontaneros de nuestro alcalde realizan un despliegue tan desproporcionado de personal (operarios de la brigada de Obras, maquinaria, efectivos de las empresas subcontratadas, Policía Local, etc.), que a mí me hace recordar la parafernalia que rodeaba a las inauguraciones protagonizadas por el general Franco cuando gobernaba este país, afirma Lobo Cojo. No comprendo, continúa diciendo nuestro personaje, que en un municipio donde los números rojos de nuestras arcas municipales han obligado al Ejecutivo a pedir a la banca privada créditos millonarios para poder pagar las nóminas y las facturas de los numerosos proveedores que llevan meses esperando a cobrar lo que les adeudan, se gaste un montón de euros en horas extras y compra de distintos materiales para así poder dejar en tiempo récord como los chorros del oro la zona que después va a visitar a paso ligero nuestra primera autoridad municipal. De verdad, no lo entiendo”.