La plaza de Villalba
Alfredo Fernández
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Dicen que las cosas de palacio van despacio... pero cuánto. Viene esto a cuento de los proyectos de construcción de las plazas de toros cubiertas que hay previstas en dos localidades de nuestra comarca: Guadarrama y Collado Villalba.
En Guadarrama se actúa con más prudencia y no se anuncian las cosas a bombo y platillo para que luego haya que esperar. Es decir, no se vende la piel del oso antes de cazarlo. El proyecto está en marcha y así lo manifestó recientemente su alcalde, José Ignacio Fernández Rubio, pero todo está a la espera de la aprobación de la primera fase del Plan General de Ordenación Urbana, prevista para el nuevo año 2008.
En Collado Villalba el tema parece que está muy parado. Demasiado para lo que nos han contado. Se comenzó con mucha fuerza y la intensidad ha ido bajando hasta el punto de que ya no se habla nada del asunto. Antes de las elecciones y durante el pasado verano el Consistorio no paraba de dar noticias. Parecía una realidad.
Nos han enseñado la maqueta, nos han dicho la zona donde se ubica y sólo nos ha faltado que nos hubieran adelantado quién se iba a hacer cargo del proyecto. Claro que a lo mejor es que no lo hay. Y ya saben que sin promotor no ni plaza, ni cubierta ni nada de nada.
He escuchado varias veces al actual alcalde, José Pablo González, decir eso de que la plaza es una realidad. El próximo año...
A mí sinceramente me da igual cuándo las máquinas comiencen a levantar la edificación, porque tarde o temprano creo que se hará. Sé que los trámites son lentos y que no es fácil poner en marcha una obra así. Pero sin embargo muchos aficionados y vecinos de Collado Villalba se preguntan qué está ocurriendo
Ven pasar las hojas del calendario y todo sigue igual. Y es ya imposible que la nueva plaza esté lista para la feria de 2008.
Todos ellos ven que la promesa no se cumple. Los comentarios son diversos. No se cuáles responderán verdad. Se apunta a que hay poca animación de los promotores a pujar por el coso. El Consistorio debería dar una explicación creíble. Puede ser que el proyecto no cumpla el interés o las perspectivas de las empresas. Quizá algo esté fallando y haya habido un retroceso o una marcha atrás. Por ello, deberían dar una respuesta.