Entretenido festejo de rejones

Fue en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo donde el pasado fin de semana se dijo adiós a la temporada 2007. Con agradable de temperatura, nada que ver con lo desapacible de otras ediciones de este ciclo, se celebraron dos espectáculos, una novillada sin picadores y un festejo de rejones benéfico. Un menú bastante pobre para lo que antes era esta feria de Villanueva del Pardillo, donde como mínimo se ofrecían dos novilladas con picadores y algún festejo más de promoción.

El sábado, 20 de octubre, tuvo lugar una novillada sin picadores, con utreros con muchísimo cuajo y con dos leños por delante muy astifinos del hierro de Cristina Huertas Vega. El encierro era más propio de una novillada picada e incluso de una corrida de toros de muchos pueblos. Fue una verdadera barbaridad para tres chicos que intentan abrirse camino y que aún están muy poco rodados. A la tremenda seriedad del encierro se sumó su complicado comportamiento y sus muchos problemas, lo que en definitiva se convirtió en una ecuación casi imposible de resolver.

A Sergio Pulido le tocó un lote infame donde a punto estuvieron de regresar vivos a los corrales sus dos novillos. Carlos García y Joaquín Carrio pusieron voluntad con ejemplares muy complejos.

Festejo de rejones
El domingo21 llegó el turno de la tercera edición del festival de rejones en beneficio de la Fundación Síndrome de West. Se lidiaron cinco novillos donados por las ganaderías de Hermanos Lucero, Antonio Palla, Carmen Segovia, Fidel San Román y Valdeolivas, que dieron juego desigual, destacando el ejemplar de San Román, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

El triunfador de este festival de rejoneo fue el caballero rejoneador Rubén Sánchez, que paseó un total de cuatro orejas de sus dos novillos. Por su parte, Rafael Serrano cortó una oreja de su primero y fue silenciado en su segundo. En la actuación por colleras ambos rejoneadores fueron ovacionados.