Balances y lamentos

Asistimos durante estos últimos días a los balances de los distintos equipos de gobierno con motivo de los 100 primeros días de mandato en esta nueva legislatura. Como cabía esperar, la valoración es positiva sin mayores matices, mientras que la oposición -también sin sorpresas- plantea un panorama absolutamente catastrofista. Entra en el terreno de lo utópico, pero cabría pedir a nuestros políticos mayores dosis de autocrítica y también de prudencia, puesto que poco más de tres meses es poco tiempo para juzgar de manera categórica una determinada gestión, aunque sí se puedan encontrar elementos significativos. El turno esta semana correspondió al Ejecutivo de Galapagar, encabezado por la socialista Carmen Toledano, secundada por todos sus concejales, quienes protagonizaron una extensa rueda de prensa en la que -al margen del dossier entregado a los medios- dominaron los lamentos, con la situación económica heredada del anterior Equipo de Gobierno del PP en el punto de mira. Con todas las puntualizaciones que se puedan realizar en este sentido, haría bien el cuatripartito en no focalizar la atención únicamente en ese tema, de modo que no se convierta en una coartada cuya eficacia suele ser escasa. Es la misma muletilla que utilizó durante la pasada legislatura el Foro Progresista de El Escorial, recurriendo una y otra vez al lamentable estado de las arcas municipales que dejó el Partido Popular para salir al paso de cuantos problemas se ponían en su camino. El resultado no fue otro que un duro varapalo en las urnas, en un claro mensaje de los ciudadanos, que buscan hechos en el día a día más que palabras. El ejemplo está ahí y, aunque aún es pronto, bien puede servir como aviso a navegantes.