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El toro “Escudero” fue premiado con la vuelta al ruedo (Foto: Cedida) |
Excelente corrida de Victorino Martín en la feria de Segovia
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El pasado sábado, 30 de junio, el ganadero de Galapagar Victorino Martín lidió en la asolerada plaza de Segovia una extraordinaria corrida de toros de gran nota, donde el tercer toro, de nombre “Escudero”, fue premiado con toda justicia con la vuelta al ruedo en el arrastre. El lote enviado por Victorino a la capital castellana tuvo un comportamiento variado que hizo las delicias del público asistente. Un buen espectáculo que desgraciadamente no contó con una buena respuesta de los aficionados, ya que se previa una entrada muy superior. El coso no registró más de un tercio de plaza, lo que es poco para un festejo de este calado.
El sexteto, cinqueño en su mayoría, tuvo cuajo y remate, aunque por delante fue agradable y nada aparatoso, más bien lo contrario. Al final del festejo López Chaves y Sánchez Vara, con dos orejas cada uno en el esportón, abandonaron la plaza a hombros por la Puerta Grande, en unión del mayoral de la ganadería. Mientras, Esplá lo hacía por su propio pie, ya que sólo paseó un apéndice. Independientemente de las orejas, el encierro de Victorino Martín estuvo muy por encima de los tres toreros, ya que al encierro se le pudieron cortar muchos más trofeos.
Luis Francisco Esplá tuvo que apechugar en primer lugar con el toro de mayores complicaciones del encierro. Un animal con sentido con el que Esplá abrevió sin miramientos. Más lucido estuvo el alicantino con el cuarto en una faena variada y con airosos resortes con capote, banderillas y muleta que le valió un trofeo de un toro muy potable pero sin romper del todo.
López Chaves le cortó la oreja a su primero, un toro encastado pero que al final cantó la gallina y se fue a tablas. El quinto, sin embargo, fue un toro con bravo y transmisión que necesitaba ser obligado por bajo. El salmantino comenzó bien su faena, aunque al final estuvo desbordado y no consiguió cuajar al toro como se merecía. Este toro, de nombre “Polaquito”, también fue merecedor de la vuelta al ruedo.
Sánchez Vara se llevó a “Escudero”, un toro bravísimo y con profundidad en sus arrancadas que no se cansó de repetir humillado hasta su muerte. Un toro de bandera al que Sánchez Vara tuvo la generosidad de enseñarlo, aunque pecó de dar tandas muy cortas y si acabar de redondear faena. Su voluntad le valió un trofeo.
Otra más arrancó el de Guadalajara del último toro de la tarde. Un toro con clase y que embestía humillado, pero sí la chispa de otros toros lidiados. Vara se fue a chiqueros a recibirle de salida, le banderilleó con exposición y le muleteó con convicción para cortarle una oreja con mucha fuerza. El presidente, de manera acertada, no le otorgó el segundo trofeo porque la faena no tuvo cotas artísticas elevadas y Segovia es coso de segunda categoría.
Pero si eso ocurrió el sábado, un día antes, festividad de San Pedro y San Pablo, viernes 29 de junio, la nueva empresa de Segovia, Perobi, cuyo gerente es el matador de toros Víctor de la Serna, programó una segunda corrida de toros, pero ésta ya de corte artista. Al final, el festejo resultó decepcionante porque ni José María Manzanares ni Cayetano Rivera pudieron acudir a esta cita al encontrarse heridos. Esto fue el primer desencanto para los asistentes, porque el cartel hubo de parchearse con Juan Bautista y Julio Benítez “El Cordobés” y, se quiera o no, el cartel no es el mismo. A esta decepción se unió una corrida de Parladé, totalmente indigna, abecerrada y chica, que no tuvo ningún trapío. Luego dio muy mal juego por su descastado juego y su nobleza aborregada y sosona.
Lo mejor de la tarde fue la entrada que registró la plaza, cerca de los tres cuartos, lo que es una noticia excelente para un coso donde al público le cuesta mucho asistir.
El balance final de la tarde se saldó a una oreja por coleta a cargo de Juan Bautista, Alejandro Talavante y Julio Benítez “El Cordobés” aunque lo mejor llevó el sello de Talavante, que malogró su faena una vez más por el mal uso de la espada.
Por este motivo, se tuvo que conformar con una en el quinto, ante un toro tan noble y manejable como justito de casta. El extremeño realizó una faena muy larga, consiguiendo los mejores momentos sobre la mano zurda, donde hizo gala de un toreo vertical, de gran profundidad y con el valor tan natural que le caracteriza. Con su primero, Talavante estuvo más espeso, ya que la poca codicia del animal hacía que su labor no tuviera eco.
Otra oreja paseó Juan Bautista del toro que abrió la tarde. Éste fue el único de Parladé que planteó más complicaciones, ya que se cernía por ambos pitones, motivo por el que Bautista fue volteado, afortunadamente sin consecuencias. La buena estocada le hizo valedor de un trofeo. Con el descastado cuarto no pudo hacer nada.
Julio Benítez “El Cordobés” puso mucho empeño en sus dos toros. Realizó dos faenas muy populistas, e incluso llegó a emular la famosa suerte que popularizó su progenitor, el salto de la rana. “El Cordobés” mostró aún muchas carencias técnicas que deberá ir corrigiendo poco a poco. Paseó un trofeo