Solitaria oreja para “Chechu”

La plaza de Las Ventas de Madrid recobró su habitual actividad taurina dominical tras la celebración de las ferias de San isidro y el Aniversario. El pasado domingo 17 había prevista una corrida de toros, pero la empresa decidió suspenderla ante las adversidades inclemencias meteorológicas. Por lo tanto, el pasado domingo 24 de junio se celebró una novillada con picadores donde el más destacado de la tarde fue el novillero madrileño José Ramón García “Chechu”, que fue el único de la terna que logró pasear una oreja del último novillo de la tarde.

Fue éste un animal con el hierro de Hato Blanco que salió como sobrero tras partirse una mano el astado titular de la divisa de Herederos de Martín Peñato. El novillo, que lucía unas perfectas hechuras, llegó al último tercio con grandes condiciones. Tenía clase, fijeza, galope, se abría al vuelo de la muleta una vez tras otra y tenía la virtud de repetir mucho. “Chechu” firmó una labor con altibajos, consiguiendo los mejores momentos con la mano derecha, donde hubo más acople y toreó con desmayo y relajo en dos tandas que hicieron subir la temperatura en los tendidos. El novillero de San Sebastián de los Reyes se encontró muy cómodo y tuvo momentos brillantes, pero debió cortar las dos orejas al novillo de Hato Blanco, porque el utrero merecía ser desorejado. Tras una buena estocada paseó el único trofeo de la tarde.

El resto del festejo apenas tuvo historia. El sexteto de Martín Peñato, serio y muy desigual, dio un juego manso y sin clase, además de sacar mal estilo. A esto se unió la cierta apatía de los otros dos novilleros. Jesús de Alba estuvo firme frente su primero, que se quedaba corto y le costaba seguir los engaños. Lo mejor de su labor fue el contundente espadazo con que envió al desolladero al utrero de Peñato. El cuarto fue un ejemplar que no descolgó nunca, ya que llevaba la cara arriba y se apagó pronto. De Alba lo intentó en un trasteo poco lucido.

José Manuel Sandín devolvió en parte el trofeo conseguido en la feria de la Comunidad. Anduvo poco confiado y sin estar a gusto con los dos novillos de su lote.