El proyecto, inscrito en el Programa de Inversión Regional –PIR– 2022/2026, tiene un plazo de ejecución de cuatro meses una vez iniciadas las obras, que consisten en el asfaltado de la calzada, la construcción de aceras y la sustitución de la iluminación de la vía.
Así, sobre una superficie de 600 metros, se van a recolocar las señales verticales y serán pintadas las horizontales para marcar los carriles en ambos sentidos. También se incluye la renovación de los pasos de cebra para mejorar la seguridad vial de los peatones, que se encuentran en las paradas de autobús y en los accesos a la estación de Cercanías.
Además, se procederá a la colocación de vallado de protección de dos metros de altura en la franja correspondiente al paso superior sobre el ferrocarril. Igualmente, todo este tramo dispondrá de un nuevo alumbrado, eficiente y menos contaminante, porque se van a instalar puntos de luz de tecnología LED.
Por último, en esta travesía, también conocida como la antigua N-VI, se van a retirar las barreras de hormigón y metálicas que separan el tráfico rodado de la circulación peatonal, con el objetivo de sustituirlas por aceras.