Unas cuantas preguntas

La aprobación esta semana del proyecto de construcción de un parking subterráneo en Honorio Lozano y la remodelación de esta importante vía de Collado Villalba culmina por el momento un proceso que ha provocado numerosas críticas entre los grupos de oposición y los propios vecinos. En un acto celebrado el pasado lunes, el alcalde, José Pablo González, consciente de alguna manera de que lo peor en cuanto a quejas aún está por llegar, convocó a grupos políticos, asociaciones, comerciantes y peñas a un acto en el que se presentó el proyecto; también recibieron invitación algunos vecinos de Honorio Lozano, aunque no todos, y en este punto cabe preguntarse qué sentido tiene que estén presentes determinados colectivos y no quienes se van a ver afectados de manera directa durante al menos un año y medio de obras. El regidor intentó responder a cuatro preguntas básicas acerca de esta actuación que no pocos consideran faraónica: qué, cómo, cuándo y por qué; el primer interrogante se lo dejó a los responsables de la empresa que ha realizado el proyecto. El resto trató de responderlos recurriendo a frases grandilocuentes (la vertebración de la ciudad este-oeste) y a la dignidad que conlleva cumplir las promesas electorales. Sin embargo, a esas preguntas habría que añadir otras que en ningún momento fueron respondidas en el citado acto celebrado en el caserón Peñalba; y no lo fueron principalmente porque no hubo posibilidad de que se formulasen. Literalmente, el regidor invitó a los vecinos a que resolvieran sus dudas preguntando a los técnicos de la empresa durante el cocktail que siguió a lo que se convocó como un acto público y que fue poco más que la traducción a palabras del folleto que el Ayuntamiento ha editado sobre el proyecto. ¿Es necesario vincular el parking de Honorio Lozano al de la biblioteca municipal? ¿De verdad se consiguen reducir tantos costes al figurar en un mismo paquete? Si acabar con los problemas de aparcamiento es una de las razones que justifican el proyecto, ¿por qué no se abre de manera urgente el mencionado parking de la biblioteca? ¿Cuál va a ser el coste de los trabajos de mantenimiento y conservación de las instalaciones? ¿En qué va a consistir el plan de tráfico que se pondrá en marcha para evitar el previsible caos circulatorio durante las obras? ¿De qué manera se va a compensar a los comerciantes por los perjuicios que sufrirán sus negocios durante el tiempo que duren los trabajos? ¿Va a cambiar realmente el aspecto de Honorio Lozano, o sólo se le va a dar una pequeña mano de pintura? ¿Se solucionarán los problemas de aparcamiento cuando sólo un pequeño porcentaje de las plazas se habilitará en rotación? Probablemente hay más preguntas, pero si éstas fueran respondidas ya estaría bien.