De nacionalidad colombiana, formaba junto con otras siete personas – cuatro españoles y tres colombianos- una organización criminal dedicada al sicariato y había participado en el encargo de ejecutar al citado letrado al no conseguir la puesta en libertad de un cliente
La investigación comenzó a finales del pasado mes de noviembre cuando los agentes tuvieron conocimiento de la entrada en vigor de la reclamación judicial que le constaba al fugitivo. En un primer momento, y tras diversas indagaciones a través de los canales de cooperación internacional y red de agregados desplegados en el exterior, los agentes descartaron la huida de esta persona a su país de origen.
Posteriormente los investigadores centraron sus pesquisas en su entorno familiar y de amistades, y se comprobaron todos sus domicilios a lo largo del territorio nacional. Gracias a ello los agentes pudieron conocer que el buscado tenía una relación afectiva con una mujer de origen colombiano y que residía en Galapagar (Madrid). Tras establecerse una vigilancia en las inmediaciones del lugar, los agentes localizaron finalmente al fugitivo, que trató sin éxito de darse a la fuga a la carrera cuando fue identificado por los policías.
Le provocaron la muerte utilizando un arma de fuego
Los hechos del homicidio por el que se le reclama se remontan al 18 de diciembre de 2008. Entonces, el ahora detenido, junto con otras siete personas, formaba parte de una organización de sicarios que habían aceptado el encargo de ejecutar al letrado. Realizaron seguimientos y vigilancias a su objetivo para confeccionar un informe con fotografías e información sobre domicilios, horarios y rutinas de la víctima y su pareja sentimental. Dos miembros del grupo dispararon sobre la víctima cuando entraba en coche a su domicilio, falleciendo posteriormente en el hospital.
Uno de sus compinches fue arrestado en el año 2017 en Brasil, país al que se fugó para no cumplir la sentencia impuesta de 23 años de prisión por los hechos antes mencionados. Por su parte el fugitivo ahora localizado ingresó en el Centro Penitenciario de Navalcarnero (Madrid) hasta que el pasado noviembre, mientras disfrutaba de un segundo grado flexible, no regresó al centro y se emitió una reclamación judicial nacional de búsqueda, detención e ingreso en prisión.