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Indultos o la carrera hacia el 2023
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Indultos o la carrera hacia el 2023

Por Ramón Rodríguez Casaubón
miércoles 09 de junio de 2021, 12:16h
El 1 de octubre de 2017 Mariano Rajoy Brey, más conocido por M. Rajoy en algunos papeles, cometió su peor error político hasta que la justicia sea capaz de demostrar lo contrario y el caso “operación kitchen” sea el mayor error político y penal de M. Rajoy. El 1-O M.

Rajoy la lio en Catalunya por no saber parar lo que desde Cataluña pretendían liar. Y entre unos y otros la liaron bien liada. ¿Responsabilidades? No todos por igual pero todos responsables.

La responsabilidad del PP ya venía desde lo del Estatut pero M. Rajoy con su estilo de: miro para otro lado, hago como que no me entero y que esos señores de azul y esos otros verdes, con porras en la mano se encarguen que ya llegaran luego los señores de negro y martillito en mano para continuarlo todo y ¡ya está! Al menos así de sencillo parecía estar en la mente de M. Rajoy.

Pero el, ¡ya está! Se ha convertido en el cuento de nunca acabar. La vía PP ya hemos visto lo que depara, dejemos paso a otras opciones por varios motivos. El primero que la vía PP solo ha conseguido aumentar los problemas, el segundo que las tribulaciones políticas no se deben judicializar y el tercero es que una vez que se han judicializado ya llegará Europa, el TEDH, para decirnos, ¡ya está! Pero no el ¡ya está! de M. Rajoy más bien un, “¡ya está! la habéis vuelto a cagar” Y mil perdones por expresión que traspasa lo coloquial para convertirse en vulgar. Mas para vulgar el PP y sus soluciones “agrava problemas”.

Hagamos un poquito de historia, Jordi Turull fue el primero de los nueve condenados por el Supremo, en la sentencia del “procés”, que indicó que acudiría a la justicia europea. Poco después, tras agotar todas las vías internas de nuestro Estado, tanto Turull, como Junqueras y Sánchez “colocaron” el caso en Estrasburgo. ¿Nos centramos? Tenemos el 1-O de M. Rajoy y su, ¡ya está! pendiente de una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ¡Estamos exactamente aquí!

Y en este punto Iván Redondo, presumiblemente, hace números y … “Cojo un poquito de lo que creo estoy desgastando a Unidas Podemos por estar en el Gobierno, un mucho de lo que se va a radicalizar todo con los indultos y PPVOX se canibalizarán, el efecto Illa en Cataluña que junto a los indultos se puede mantener en el tiempo, nos quitamos de en medio a Susana Díaz y…, y, ¡lo mejor! el fallo de TEDH sobre la “causa del procés” saldrá en año y medio o dos años! ¡Justo para las generales de 2023!

“¡Pedro ve preparando unos indultos!”

Aquí y nada más que aquí está la clave de los indultos contextualizada temporal y espacialmente. “I have a dream”. Redondo tiene un sueño. Poder acudir a las próximas elecciones generales con el crédito otorgado desde Europa a la decisión de indultar. A la par que tener lista la reforma del Código Penal en cuanto a los delitos de sedición y rebelión.

Hasta aquí las cábalas esféricas. Entre hoy y el 2023: las derechas y ultraderechas hostigando con Plazas de Colones, vociferío patrio patético, amenazas, recogidas de firmas, denuncias en tribunales, caceroladas con palos de golf y pulseritas con la bandera rojigualda con y sin aguilucho, etc ¿Y los catalanes? ¿Y la reconstrucción social y económica? La segunda pregunta es la que tiene más fácil respuesta: ¡y qué más da, si estamos hablando de enfrentamiento cainita! ¡El auténtico deporte, a la par que festejo, nacional!

Con respecto a la primera pregunta: esa es más compleja de responder. En primer lugar, hay factores exógenos al propio movimiento independentista, la reconstrucción económica es el principal. Hay factores exógenos pero muy internos, Puigdemont. Y hay factores internos que se pueden externalizar a través de la mesa de diálogo y las relaciones a nivel nacional, Congreso. Y por fin, existen factores internos imbricados en la propia sociedad catalana con diversas formas de materializarse, tres como mínimo: CUP; Junts y ERC. Centrándonos en esta última, ya que parece que estamos todas eufóricas por la carta de Junquera, he de decir que deberíamos rebajar las expectativas. Tanto del lado de los defensores de los indultos como del de los detractores.

En su día ERC ya dejó claro lo que espera de la mesa de diálogo, de indultos, de amnistías, o de lo que le presenten que no sea la posibilidad de la independencia de Catalunya. Y además lo hizo por escrito por si alguien podía albergar alguna duda. “Tornarem a vencer”, libro que recoge la ponencia política aprobada en el congreso de diciembre del 2019 de ERC. Básicamente señala que deben ser más y tener más fuerza para conseguir la independencia. La estrategia es intentar crecer desde el diálogo y la visibilidad en la sociedad catalana de un tesón inamovible por conseguir la independencia. Los causes en un primer momento los constitucionales, pero sin obviar ningún otro. La unilateralidad sigue y seguirá ahí.

Así que yo, del señor Iván Redondo, me iría pensando lo “tirarse a un barranco por Sánchez” por dos motivos, uno que quizás sea mejor que haga puenting y con todas las medidas de seguridad; y dos, que quizás sea él quien está tirando a Sánchez por el barranco del descalabro electoral y ya ni tan siquiera Unidas Podemos lo pueda salvar.

Dicho esto, creo que, es cierto que la única forma de intentar resolver el problema catalán es desde el diálogo y la política pero que sería un error de desmedidas proporciones acercarse a esta cuestión por electoralismo.

El tiempo otorgará razones y barrancos a los que asomarse.

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