Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a por los cinco hospitales públicos de gestión privada de la Comunidad de Madrid

El pasado 11 de enero la publicación ‘Nuevo Mercado” anunciaba que cinco de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid funcionaban bajo un sistema de gestión privada. Es el caso de la Fundación Jiménez Díaz, Hospital General de Villalba, Infanta Elena, Rey Juan Carlos y Torrejón. Esta fórmula fue diseñada hace más de 20 años, con la Ley 15/1997 de habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud.

El primer hospital operado bajo el paraguas de dicha norma fue el Hospital Universitario de la Ribera. Inaugurado en el año 2000 y ubicado en Alcira (Valencia). Posteriormente la Comunidad de Madrid empezó a desarrollar este tipo de acuerdo en el marco de las políticas liberales impulsadas por la entonces presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

PSOE y Podemos ponen este modelo en peligro

Sin embargo el modelo liberal está ahora en peligro y la amenaza no vendrá de la política autonómica, donde PP, Ciudadanos y VOX están de acuerdo en mantener o profundizar las políticas de Aguirre.

En realidad la amenaza está en el nuevo gobierno conformado la semana pasada en España por PSOE-Podemos. Ambas formaciones llevan años reivindicando la “armonización” de la política tributaria autonómica para impedir que Madrid baje los impuestos. Sin embargo, el pacto de investidura suscrito por los dos partidos (PSOE-Podemos), también introduce, según estas fuentes, una cláusula dirigida a frenar la gestión privada de hospitales públicos.

Pero Sánchez dio voz a este discurso cuando afirmó en el debate de investidura que “el mercado no puede gestionar áreas como la educación y la salud o la seguridad”. La evidencia empírica sugiere todo lo contrario en los tres campos citados por Sánchez donde hay múltiples ejemplos de empresas que prestan tales servicios.

Si nos centramos en el campo de la educación y la sanidad, donde existe una cierta competencia entre el modelo público y los sistemas concertados o privados, lo cierto es que los indicadores del coste y de calidad tienden a respaldar el papel de las empresas en dichos mercados, puesto que sus servicios son menos costosos y arrojan mejores resultados.

Ese es precisamente el caso de los hospitales madrileños donde, por ejemplo, vemos que la espera media para ser operado es menor en los centros de gestión privada, o que la operativa de los quirófanos es también más eficiente. También destacan esos hospitales por la excelencia en la atención al paciente o por su liderazgo en los rankings de calidad. Y todo un marco en plena legalidad como refrendó en 2015 una histórica sentencia del Tribunal Constitucional.

Resulta llamativo pues que el PSOE haya suscrito un punto así, puesto que su modelo de referencia fue siempre el de Andalucía, región donde hay al menos 17 hospitales de gestión privada. Y también es curioso que los socialistas no hayan tomado nota del informe que encargó su líder valenciano, Ximo Puig, al tribunal de Cuentas de la región, en el que se confirmó que el sobrecoste de la sanidad gestionada por el Estado ronda el 30 por ciento.

Nada de esto parece frenar a los socialistas que, según las mismas fuentes, han acordado con Podemos un ataque frontal a este tipo de fórmula. Pero el,”¡Expropiese!” aplicado a estos centros no podrá ser inmediato. No en vano los contratos de concesión siguen en pie por un periodo de al menos 30 años y una eventual liquidación de los mismos resultaría en todo tipo de litigios y controversias legales, concluye ‘Mercado Libre’.

Por otro lado, el colapso de la sanidad madrileña sería casi inmediato puesto que las fórmulas de gestión enteramente públicas ha demostrado ser mucho más costosa y menos eficiente”.