Recibo hoy en mi rotonda la carta de un villalbino de esos de toda la vida, como suele decirse en nuestro pueblo, que me dice que la regidora villalbina es de esa casta política a la que, entre otras cosas, le mueve la descarnada ambición por ostentar el poder y el desprecio absoluto hacia sus representados. Y mi paisano también me comenta que Adan Martínez Valdegrama, nuevo y flamante secretario general del PP villalbino desde hace unos días es de una casta parecida, de esa que sólo ambiciona el poder y, para conseguirlo, mueve los hilos de algunas ‘marionetas’ para irse autoafirmando, peldaño a peldaño, (partido a partido como diría el Cholo Simeone), para demostrar a los demás y demostrarse a sí mismo lo que vale ¿?.. ¿Será, pregunta Lobo Cojo, Adan Martínez el cuarto secretario general de PP cesado antes o después por Mariola Vargas, la misma que pese a llevar a los populares locales al abismo, ha perdido en dos elecciones consecutivas la mitad de los ediles que le dejó su antecesor en el cargo, Juárez López de Coca, tras una gestión deprimente, primero en asuntos sociales, donde empezó a poner la primera piedra a su faraónica carrera, rodeada de políticos sumisos y ‘paracaidistas’ del partido con sueldos más que generosos, eso sí, acordes a su relación personal y/o de simpatía hacia este o esta, según le baile el agua y no le rechiste, apoyándose en aquellos que le ’bailan el agua’ con el complaciente ‘si wuana’, como es el caso de Adan Martínez? No hay que olvidar que Adan era un jovencito cuando entró en política apadrinado por Agustín Juárez, al que ha criticado cuando dimitió por su implicación en el caso Púnica, eso sí, haciéndolo por lo ‘bajini’, sobre todo en sus círculos más próximos.
Un ex amigo y compañero del nuevo secretario general del PP, decía hace pocos meses de Adan Martínez: cuidado con los mansos, porque como dice la Psicóloga Malena Lede, “la política fomenta la ambición del poder, el orgullo de acceder al puesto jerárquico que les permita satisfacer su ego”, algo que ha quedado evidenciado por el ‘delfín” de Vargas durante estos seis últimos años, en los que ha pasado de ser ‘el niño de los recados’ a cortar el ‘bacalao’ en la Casa Grande. Así lo ha hecho en la mayoría de las ocasiones que se le presentaron, pero sin dar la cara, siempre metido en la trastienda, dice Lobo Cojo.
Y este deseo de poder, según la Psicóloga Led “nace de un profundo vacío existente y generado por la insatisfacción” del ahora edil y secretario general ‘pepero,’ que según los entendidos en la materia le puede llevar, incluso, a sufrir alguna mala pasada por su osadía. Y ahí me quedo.
Adan, al decir de los que le conocen, es un joven que intentar llegar como sea a la alcaldía de su pueblo, cargo al que no pudo acceder su madre, una buena concejala, que tuvo la mala suerte de tener que vérselas con ‘el ego del churri’ (JP), un espejo en el que parece mirarse ahora su hijo.
En fin, la cosa está así en el seno de PP local al poco de empezar una legislatura en la que se han empezado ya a oír cánticos de ‘guerra’ por parte de algunos dirigentes del PP.
En fin, cuatro años quedan por delante de legislatura y lo menos que se puede esperar, amigo Lobo Cojo, es que la honestidad y las buenas intenciones de nuestros representantes esté por encima de todo, sobre todo a la hora de gestionar los dineros de los villalbinos y la cosa pública. Pero mucho me temo que Adan Martínez no llegará, al menos a corto acorto plazo, a ocupar la ‘poltrona municipal’ de su pueblo, para así satisfacer, según sus críticos, que son muchos, sus deseos de protagonismo en su vertiente más superficial y frívola. Y aquí de lo que se trata es que nuestros políticos presentes y futuros, nos den ejemplo de honestidad y de buenas intenciones, sobre todo, a la hora de gestionar la cosa pública. Lo demás son pamplinas”.