Según ha podido saber El Faro del Guadarrama fue un perro pastor alemán el que encontró el cadáver de una mujer en la zona del Pico de la Peñota de Cercedilla a primeras horas de la mañana de ayer, martes.
El agente y propietario del perro, al parecer un guardia civil en su día de descanso, fue quien informó a los agentes que buscaban a Blanca Fernández Ochoa del hallazgo del cadáver de una mujer que podía llevar muerta entre 7 y 10 días. Al lugar se trasladó de inmediato la titular del Juzgado número 5 de Collado Villalba, que se encontraba de guardia.
La búsqueda se había trasladado a la zona, a unos 1.900 metros de altura, después de que un vecino declarara haber visto Blanca Fernández Ochoa por esta zona, ataviada con una bandolera, sin recordar si había sido el mismo día de su desaparición o al día siguiente. La zona se encuentra en el área de la búsqueda que estaban peinando hasta ahora los agentes y voluntarios e iba a inspeccionarse de nuevo esa misma tarde.
La policía considera que pudo ser no accidental
Aunque la hipótesis principal sigue siendo que la medallista olímpica sufriera un accidente de marcha por el monte, a donde solía ir con cierta frecuencia, incluso a dormir al raso, o que se despeñara desde uno de los muchos riscos de la zona, según El Confidencial, entre las líneas de investigación de han puesto sobre la mesa la posibilidad de que Fernández Ochoa, que había pasado tiempos difíciles en los últimos años y vivía protegida por sus hermanos y desde hacía nueve meses con su hermana Lola, desapareciera voluntariamente.
Una pionera de nuestro deporte
Blanca Fernández Ochoa pertenece, con su hermano Paquito, ya fallecido, a esa categoría pionera de nuestro deporte. Pero mientras que otros de esos precursores del deporte han tenido sucesores que, incluso los han superado, los Fernández Ochoa permanecen solitarios en su nevado olimpo.
La medalla de bronce de Blanca en eslalon careció de espejos gemelos. María José Rienda que participó en cinco Juegos Olímpicos (Blanca lo hizo cuatro), llegó a ganar seis pruebas de la Copa del Mundo, por cuatro de Blanca, que, además, sumó 23 podios. Es cierto que la granadina fue maltratada por gravísimas lesiones, pero a su vez la madrileña conoció una desgracia particularmente amarga cuatro años antes de los juegos de Albertville, en los de Calgary (Canadá) en 1988. Había ganado la primera manga en el eslalon gigante, En la segunda se cayó.
Culminada su carrera, Blanca se retiró a los 29 años, cuando conquistó la medalla, empezando una nueva vida un tanto errática, viajando, dando charlas, contando sus experiencias e impartiendo lecciones de coaching. Fue directora de una compañía de eventos llamada Golf&Win (le encantaba el golf) y trabajó en la empresa Star Dreams, dedicada a asesorar directivos y ejecutivos.
También dio clases de esquí en Navacerrada y Baqueira, regentó tiendas de deportes de la familia y apareció en diversos programas de televisión, realitys o similares, como en Antena 3, Supervivientes y Splash, Famosos al Agua. Y en la televisión autonómica vasca y como entrenadora personal con técnicas de autoestimulación.
Últimas palabras de Blanca a su hermana
“No estoy bien. Necesito estar sola y pensar. Quizá haga el Camino de Santiago. Ya te llamaré”. Estas, según El Confidencial, fueron las últimas palabras que escuchó el pasado 23 de agosto su hermana Lola, con quien vivía Blanca desde hacía tiempo en el distrito madrileño de Aravaca. Pero la deportista había dejado el móvil en casa de su hermana y no había manera de contactar con ella, Cuando apareció su coche, un Mercedes negro Clase A, en un aparcamiento de la Sierra, iba ataviada con ropa de senderismo. Por eso, su familia no le dio mucha importancia al principio: Le gustaba el silencio los espacios libres, no era la primera vez que se ausentaba unos días, aunque sí la primera vez que lamentablemente no ha vuelto.