Entraba dentro de lo previsible, pero hasta última hora se mantuvo la duda acerca de la capacidad de movilización del Foro Progresista, que en 2003 logró derrotar al PP por unos 400 votos y que ahora se marcha con una diferencia de casi 1.200 respecto a los populares.
Había cierto nerviosismo en el colegio electoral Felipe II, el único en El Escorial, durante la mañana del domingo, inquietud que se mantuvo hasta que comenzó el recuento y, mesa tras mesa, la balanza se iba decantando por la candidatura liderada por Antonio Vicente. Durante un momento incluso la diferencia era más abultada (el PP bordeó los 10 concejales), pero finalmente se quedó en nueve ediles para los populares, seis para el Foro Progresista (sufriendo un retroceso de tres) y dos para el nuevo partido Montearroyo, encabezado por Jorge Badiola, que durante la campaña se había perfilado como posible llave del gobierno municipal y que finalmente ha logrado un notable resultado (casi 800 votos en su estreno con las urnas), pero sin capacidad para decidir.
Establecer prioridades
El candidato popular y próximo alcalde, Antonio Vicente, señalaba ayer en declaraciones a El Faro del Guadarrama que estaba “muy satisfecho” con estos resultados, indicando que han sido unos meses de trabajo intenso que finalmente han dado con el fruto esperado: el regreso a la Alcaldía. “Y eso a pesar de la campaña sucia que ha hecho el Foro Progresista en los últimos días, con panfletos y declaraciones en las que decía que era un hombre de paja y que iba a dimitir, mientras que nosotros no hemos utilizado la demagogia y nos hemos presentado con un buen programa que la gente ha valorado”, explicaba Vicente. En cuanto al futuro inmediato en su nueva etapa como alcalde, señalaba que “el mismo lunes 18 de junio, después de tomar posesión el sábado 16, nos vamos a poner a trabajar para organizar el Ayuntamiento, aunque ahora nos tendremos que ajustar a los presupuestos de 2007, que ya están aprobados. Lo fundamental va a ser establecer prioridades”. Entre esas prioridades estará, por supuesto, el desarrollo del Ensanche: “Queremos ponerlo en marcha lo antes posible, y de hecho ya hemos hablado con la Comunidad para reactivar el Consorcio Urbanístico”, señalaba ayer el cabeza de lista del PP. Con él, Concepción Vicente, Ignacio González Velayos, César Sanz, Roberto Domínguez, Fernando Preciado, Vanesa Herranz y así hasta completar la candidatura popular. Suya fue la cara de la jornada electoral, mientras que la cruz es la del Foro Progresista, una coalición entre PSOE e IU que nació de cara a las elecciones de 2003 y que ahora ha fracasado en el segundo asalto, tras cuatro años de hermetismo e incapacidad para trasladar a la ciudadanía esa misma ilusión que les llevó al gobierno. La incógnita está ahora en saber qué pasará con esta fórmula, aunque el desgaste sufrido en este tiempo y el más que posible paso a segundo plano del todavía alcalde, Lorenzo Fernández Fau, hacen peligrar su continuidad. A ello se une el hecho de que desde el PSOE madrileño hay ciertos sectores que han cuestionado la idoneidad de concurrir a los comicios perdiendo su marca electoral.
Tampoco las cosas parecen fáciles en el seno de Izquierda Unida: la crisis originada tras la renuncia y posterior expulsión de Luis Vicente Segovia ya supuso un aviso, situación a la que se une la marcha de uno de los históricos de esta formación, Santiago Herranz, por lo que también aquí toca hablar de la necesidad de iniciar el camino de la renovación.
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