Ángeles García el 3 de junio de 1978, publicada por el diario El País hace ahora 40 años, de la que ayer les facilitábamos un breve resumen en nuestro periódico sobre la especulación inmobiliaria sufrida por Collado Villalba y que dio origen a la construcción de 35.000 viviendas en este municipio en apenas diez años, hoy les ofrecemos la segunda entrega de este trabajo periodístico en el quequeda reflejado el crecimiento desmesurado y especulativo de la que hoy se conoce como la “capital de la Sierra”.
5.000 viviendas en el Parque de La Coruña
Al rebufo de la construcción de la Autopista A-6, cuyas obras dieron comienzo en el año 1964, llegan a este municipio centenares de familias, la mayoría de ellas procedentes de Extremadura, para trabajar en las obras que cambiarían el rumbo económico y social de ColladoVillalba. La ‘fiebre del ladrillo’ estaba latente en este entorno y el por entonces alcalde villalbino, José San Martín, no tuvo más remedio que romper el silencio corporativo y decir: “No hemos trasgredido ningunanorma. Hemos respetado en todo momento las normas de Coplaco, y por eso nadie puede decir que se hayan cometido situaciones ilegales, Yo creo que la gente pedía vivir en Collado Villalba y no se puede culpar a las constructoras de que hayan levantado urbanizaciones. Sinembargo, ahora se ha penado la especulación -reconocía el regidor- porque con las nuevas normas de la Coplaco, para el Área Metropolitana de Madrid, había que disponer de mucho terreno para levantar unos pisos. Ahora se construirán más viviendas unifamiliares que bloques de pisos”. Ángeles García añadía en su reportaje que: “Concretamente en estos momentos ha remitido la construcción incontrolada de viviendas, sin embargo hay un par de urbanizaciones sin concluir que han servido también para que los vecinos de este pueblo manifestenpúblicamente su oposición a tanta especulación en este municipio. Una de ellas es el Parque de La Coruña, cuyo proyecto prevé la construcción de más de 5.000 viviendas. Los terrenos en los que se ha levantado están junto a la carretera de Galapagar, una zona en la que muchas familias de Villalba acostumbraban a ir los domingos a pasear con sus hijos. Sin embargo, la parte más negativa de cara al vecindario, es que justo en el centro de la urbanización se encuentra situado un cementerio. Tal como puede comprobarse (aún hoy sigue ahí), los bloques de viviendas rodean el mismo, Un vecino del pueblo comentaba sarcásticamente que los propietarios de los nuevos pisos próximos al camposanto podrían utilizar como frase publicitaria algo así cómo. “compre un pìso en el Parque de La Coruña, tenemos balcones desde los que podrá rezar directamente a sus propios muertos”.
El hecho es que, en un pueblo con arraigadas ideas tradicionales como este, los vecinos consideran una enorme falta de respeto el que se haya construido una urbanización en torno a un cementerio”.