El Ejecutivo regional mantendrá congelado el menú de los colegios públicos de la Comunidad de Madrid para el próximo curso escolar 2018-2019. Según ha explicado el Gobierno autonómico en un comunicado, esta medida aplicada durante la legislatura supone una clara apuesta para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, así como mejorar la igualdad de oportunidades entre los madrileños.
Además, subraya la nota de prensa, que son ya más de 193.000 niños madrileños que comen cada día en los centros educativos públicos de la Comunidad y que se están beneficiando de esta iniciativa. El precio público del comedor escolar está fijado en 4,88 euros día, pero al que el ejecutivo madrileño aplica importantes reducciones para las familias más desfavorecidas mediante sus ayudas, a las que este curso ha destinado 38 millones de euros, 6,7 más que en el curso pasado, y que llegan a alrededor de 100.000 alumnos madrileños.
El programa de ayudas de comedor escolar de la Comunidad de Madrid supone para las familias que reúnen una serie de criterios socioeconómicos una reducción del precio público del comedor escolar y una exención total para ciertos colectivos de familias que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
De esta forma establece el precio de un euro/día para el menú en caso de que las familias beneficiarias de las rentas mínimas de Inserción (RMI); y de tres euros para las familias víctimas del terrorismo o de violencia de género, para alumnos de acogimiento familiar y para familias con renta ‘per capita’ familiar inferior a 4.260 euros.
Asimismo, están exentos del pago del precio del menú escolar los alumnos en situación de acogimiento residencial cuya tutela corresponda al Instituto Madrileño de la Familia y el Menor, así como los alumnos escolarizados al amparo de convenios suscritos con el citado instituto, con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y con las de la Mujer
Comedores también en vacaciones
Por otra parte, la Comunidad de Madrid financia la apertura de comedores escolares para que asistan todos los niños que lo necesiten durante las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano. Se trata de una de las primeras medidas que tomó el ejecutivo regional al llegar al Gobierno con el fin de atender las necesidades de los escolares con menos recursos.
El registro para acceder a las ayudas suelen ser familias beneficiarias de la Renta Mínima de Inserción, familias víctimas del terrorismo, alumnos en acogimiento familiar o hijos de víctimas de violencia de género.
El Gobierno madrileño concede las ayudas de forma directa a los ayuntamientos de la región que lo soliciten y que cuenten con colegios abiertos en los que se realicen actividades extraescolares durante las vacaciones y cada Consistorio reabra una cantidad por día y alumno para atender toda la demanda que exista.