No se puede decir que la situación política por la que atraviesa la capital de la Sierra, pase por su mejor momento. Y eso, me dirán ustedes, no es noticia porque desde hace más de seis años, en Collado Villalba la mayoría de nuestros ediles hace generalmente la guerra por su cuenta, más a medida que se acercan las próximas elecciones, a fin de intentar salvarse de la amenaza de una anunciada y presumible depuración en las próximas listas que ya se están ‘cociendo’, algo que a algunos los va a dejar en el paro, y a otros, a los ‘pies de los caballos’ de sus propios dirigentes. Uno, dice Lobo Cojo, sinceramente no sabe qué va a ser peor, si perder el salario de concejal los próximos cuatro años de legislatura o ser un sumiso al partido, limitándose a levantar la mano en los plenos para justificar el sueldo y hacer bueno el ‘si bwana’, para seguir viviendo a cuenta del erario público ‘sin dar ni golpe’ durante un cuatrienio.
En el PP, el más perjudicado a priori por esta situación, al contar con más actas de concejal en nuestro ayuntamiento y más colocados a dedo por sus jefes, han empezado las zancadillas, sobre todo al ser conscientes de que en la calle Génova, sea el que sea el sucesor de Rajoy, ahora que han perdido el poder del gobierno nacional, van a tener que hacer verdaderos malabarismos para ‘colocar’ a sus chicos/chicas en puestos remunerados, como lo han venido haciendo hasta ahora. ¿Y qué será de los ‘paracaidistas’ que en mayo próximo van a perder su credencial de edil?. El tema ha empezado a suscitar enfrentamientos en la familia ‘pepera’, más divida que nunca, y de ellos no se salva ni la propia alcaldesa, cuya candidatura de cara a los comicios de 2019, estaba, hasta hace unos días, en tela de juicio. Si Mariola quiere seguir, como buena militante del Opus tendrá que rezar para que Cospedal gane las elecciones, pues al parecer es con quien más coincide, tanto en sus ideas políticas y religiosas, y alejada de Casado y de la tercera en discordia, Soraya.
Y dentro de este mismo paquete, al menos por la incertidumbre en la que se mueve ahora Ciudadanos (Cs), incrementada tras la moción del PSOE y la designación de Sánchez como presidente del gobierno, la formación naranja, al menos en nuestro municipio, ya no parece tener tan claro su futuro inmediato, más tras el anuncio de Julio Henche, su líder hasta ahora, de dejarles huérfanos al haber decidido abandonar la política local. Ahí lo dejamos por hoy, pero de Ciudadanos, del PSOE, de Podemos y de Izquierda Unida, hablaremos en nuestras siguientes entregas.