En relación con el manifiesto publicado por los vecinos de Villalba-Pueblo en relación con las próximas fiestas en el casco capitalino en honor de San Antonio de Padua, quiero decir que no debemos olvidarnos que todo eso lo da desidia nuestro Ayuntamiento cada dos por tres en La Malvaloca durante muchos días del año. No hace falta que sean fiestas, sencillamente cuando ‘le peta’ al ínclito concejal (¿o será la alcaldesa?) tronar a vecinos, viandantes y posibles estudiantes en la Biblioteca, el Ayuntamiento decide que hay fiestas por narices (o por otras partes de nuestra anatomía), pues todos los que quieran pachanguear debajo de la carpa a altos decibelios o deseen hacerlo hacer fuera de la misma, no tengan problemas, porque eso de estudiar o descansar y dormir, para luego trabajar, no va con nuestros políticos. Trabajar, estudiar…para qué, si son vocablos que a los políticos les da urticaria.
UNA VILLALBINA HARTA DE RUIDOS