Un total de 45 agentes forestales de la Comunidad de Madrid participarán a partir de esta semana en un curso sobre la investigación de delitos contra la flora y la fauna de la región. El objetivo es dotar a los asistentes de una garantía científica y jurídica necesarias para que los tribunales puedan decidir sobre posibles responsabilidades administrativas y penales, cuando se cometan delitos e infracciones contra la flora y la fauna.
La información se impartirá durante cuatro días. Los tres primeros días el curso se centrará en una exposición teórica de contenidos. El último día los agentes forestales pondrán en práctica los conocimientos adquiridos, con un ejercicio que será evaluado.
Los contenidos de los cursos incluyen desde la definición del delito contra la flora y la fauna o los medios de capturas de animales prohibidos hasta las armas las municiones utilizadas en la caza. Los agentes forestales también recibirán nociones para realizar inspecciones técnico-oculares, para el levantamiento de actas y para la remisión de muestras.
Durante el curso los agentes forestales van a realizar análisis forenses de animales e investigar las causas de su muerte, identificación del efecto de los venenos en los cadáveres y podrán datar la fecha de la muerte.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que, cuando se procede al levantamiento de cadáveres de animales, el agente que actúe tiene que realizar una investigación para esclarecer las causas de la muerte. En aquellos casos en los que se evidencie una infracción administrativa o un presunto delito, el agente debe ponerlo en conocimiento de la autoridad para que esta sea quien establezca las posibles responsabilidades.
El Cupo de Agentes Forestales que depende de la Consejería de Presidencia de la Comunidad de Madrid, da servicio a toda la región a través de 17 oficinas comarcales. Con 247 efectivos en la escala operativa, su labor incluye la investigación de incendios forestales, la búsqueda y auxilio de las personas en el medio natural, la protección de la fauna, el control y seguimiento del aprovechamiento forestal o la vigilancia en el ejercicio de la caza y la pesca, entre otras funciones.