En medio del frente judicial en el que se han visto envueltos la alcaldesa y su marido, el concejal de Urbanismo, por la querella presentada en relación al asunto de ‘Villa Fabriciano’, el Ayuntamiento de Torrelodones ha perdido un nuevo juicio, esta vez por la cancelación unilateral del mercadillo ‘Eco-Torre’, una iniciativa que el empresario Javier Moral presentó al Ayuntamiento toresano para promocionar el comercio local y el consumo de productos ecológicos y artesanales de proximidad. Tras seis ediciones celebradas y a cuatro días de la fecha anunciada para el evento, y cuando algo más de 20 empresarios locales habían adquirido sus productos -perecederos la mayoría de ellos- para vender en el mercado, la Concejala de Desarrollo Local, Paula García, decidió unilateralmente suspenderlo, sin considerar el perjuicio económico que ocasionaba con su decisión a otros empresarios.
Dicha suspensión se produjo por discrepancias personales entre la propia concejala y uno de los organizadores de ‘Eco Torre’. Poco tiempo después la edil Paula García presentaba la dimisión.
Una larga lista de sentencias’
‘Eco-Torre’ continuó celebrando exitosamente su mercadillo ecológico en las localidades de Collado Villalba, Majadahonda y Las Rozas, mientras en Torrelodones el Ayuntamiento asumía la gestión directa, organizando un mercadillo de similares características con el nombre de ‘Life Market’ que tras la pérdida de confianza de la mayoría de las anteriores empresas participantes languidece actualmente con un número menor de puestos y público.
Esta sentencia se suma a una larga lista de pleitos perdidos por el Ayuntamiento que nos han costado a los ciudadanos miles de euros.
La sentencia recoge el derecho a los organizadores de ‘Eco-Torre’ a percibir una indemnización por los servicios que se les impidió prestar y por los beneficios dejados de percibir por su cancelación y condena en costas al Ayuntamiento.
Esta sentencia, concluye el PP local, demuestra la prepotencia y falta de planificación con la que Vecinos por Torrelodones gestiona los asuntos municipales y que, en este caso concreto, ha supuesto la sustitución de un modelo de desarrollo local exitoso, por otro gestionado por personas más afines al equipo de gobierno, además de un perjuicio económico para los empresarios locales y un cote innecesario para las arcas municipales.