¿Aires de cambio o política continuista en el Partido Popular de Alpedrete?

En una nota de prensa, el Partido Popular de Alpedrete anunciaba el pasado 16 de septiembre, la elección de la candidatura encabezada por Juan Rodríguez Fernández-Alfaro para presidir al PP local durante los próximos cuatro años. Tras su elección, el nuevo presidente local, que sustituye en el cargo a Marisol Casado, puso de manifiesto que “Hoy nuestro partido se ha pronunciado y ha decidido otorgar a la candidatura que me honra presidir la confianza y el apoyo para los próximos cuatro años. La responsabilidad del trabajo a desarrollar en este nuevo periodo se basa en la búsqueda de un primer objetivo: consolidar todo lo mucho y bueno que ha hecho el PP de Alpedrete… No empezamos un nuevo partido, renovamos el actual y demostraremos que el PP tiene ‘banquillo’ y que somos capaces de cambiar sin perder nuestra esencia”.

Juan Rodríguez concluyo su primera comparecencia pública como presidente de los populares, afirmando: “Para conseguir nuestro objetivo hemos de contar con cuantos quieran aportar su saber, trabajo y experiencia para forjar un proyecto que sea mejor y que nos haga merecer la confianza del mayor número de vecinos. Hoy comienza su andadura la nueva Ejecutiva del PP de Alpedrete, un grupo de personas que pretende contar con todos los que quieran sumarse a este gran proyecto”.

Juan Rodríguez Fernández-Alfaro es empresario autónomo con negocio propio en Alpedrete, padre de dos hijos y obtuvo su primera acreditación de concejal, concretamente tras el fallecimiento del edil y compañero de partido, Carlos Gasca, al que sustituyó el 28 de mayo de 2010, haciéndose cargo de las áreas de Seguridad Ciudadana y Urbanizaciones.

La larga sombra de Marisol Casado
El nuevo presidente de los populares de Alpedrete no va a tener nada fácil el desempeño de su nuevo cargo, porque entre otras cosas va a tener que cambiar el talante de un partido que estaba controlado por la mano dura de la ex alcaldesa y actual concejala popular, Marisol Casado, un presidenta autoritaria que consideraba el partido como algo suyo, de ahí que hiciera de ‘su capa un sayo’, tomando las decisiones que consideraba más oportunas, sin consensuarlo siquiera con el resto de unos compañeros de partido, muchos de ellos convencidos de que el que osara enfrentarse a la ‘jefa’ no ‘saldría en la foto’.

Dos veces imputada en su larga carrera política, la primera por un presunto fraude al utilizar casi 370.000 euros en subvenciones de la Comunidad de Madrid y del Fondo Social Europeo, para contratar a personas cómo agentes de Empleo que, sin embargo, no utilizó para ese fin, sino para tramitar mayoritariamente nuevas subvenciones para el Ayuntamiento, causa de la que finalmente salió sin cargos al rectificar la Audiencia Provincial de Madrid una decisión inicial de un juzgado de Collado Villalba, por lo que se sobreseyó finalmente la causa.

La segunda imputación de la ‘asesora’ del gobierno de Cristina Cifuentes, según recogía El Plural, fue por contratar a dos personas a ‘dedo’ (una de ellas pariente suya), ignorando la necesidad de que, como se recordaba en la denuncia, la ley de empleo público obliga a que “todo el personal, sea funcionario o laboral, debe realizarse de acuerdo con la oferta de empleo público mediante convocatoria pública a través de oposición o concurso, algo que no hizo la regidora de Alpedrete. Comisione Obreras denunció a Marisol Casado pero el Juzgado de Collado Villalba sobreseyó el caso, pero la sentencia fue recurrida de nuevo por Comisiones Obreras ante la Audiencia Provincial de Madrid, recurso que será dictaminado por los jueves a principios del próximo mes de diciembre, y así lo público hace una semana El Faro del Guadarrama.

Podemos pidió ayer en la Asamblea de Madrid el cese de la exalcaldesa
Pues bien, a pesar de estas dos imputaciones (ahora investigaciones), el gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por Cristina Cifuentes, una vez que Marisol Casado perdiera en las elecciones de 2015 la alcaldía, la contrató como asesora de la Viceconsejería de Educación, Juventud y Deportes, un puesto por el que a día de hoy continua percibiendo 53.640 euros anuales, importe al que debe añadirse las percepciones por asistencia a plenos y comisiones en el Ayuntamiento de Alpedrete en su condición de portavoz del grupo popular, retribuciones que puede perder si se consuma la petición realizada ayer, miércoles, a la mesa de la Asamblea de Madrid por la diputada del grupo parlamentario Podemos, María Espinosa de la Llave, al amparo de los dispuesto en el artículo 198 del Reglamento de la Cámara, por el que formula al Consejo de Gobierno la siguiente pregunta, para su respuesta por escrito: “¿Se plantea el Gobierno de la Comunidad de Madrid cesar a María (Marisol) Casado, asesora de la Consejería de Educación, Juventud y deporte tras la apertura de juicio oral contra la misma?”.

Su relación con los dirigentes de Génova-Madrid, además de otras ventajas como la de tener un sueldo de ‘asesora’ le permitió controlar con mano de hierro a la militancia de su partido en Alpedrete y también a los grupos de la oposición con quienes solía mantener un comportamiento bastante autoritario. Como ejemplo de su autoritarismo está la decisión tomada por Marisol Casado al retirar por ‘decreto’ a los ocho concejales de la oposición el despacho que estos tenían en ayuntamiento, que era de poco más de cinco metros cuadrados, que ella calificó de suficiente porque “yo entiendo que los concejales tienen mucha labor que hacer en la calle”.

Así pues, tal como anuncia Juan Rodríguez Fernández-Alfaro, nuevo presidente del Partido Popular de Alpedrete, la renovación en el seno de los populares en este municipio sea una realidad y no solo palabras y que con ello, se ponga fin al autoritarismo trasnochado del que hizo gala Marisol Casado durante sus casi dos décadas al frente de esta formación política.