El nuevo curso político de Torrelodones estará protagonizado por la querella relacionada con ‘Villa Fabriciano’
Serapio Calvo: “He presentado la querella por honestidad. No puedo morirme tranquilo sin denunciar esta injusticia”
viernes 18 de agosto de 2017, 10:55h
Tras la apertura de la fase de diligencias previas por parte del Juzgado número 1 de Collado Villalba de un procedimiento penal por presunta prevaricación administrativa en la adquisición del edifico ‘Villa Fabriciano’ para la construcción de la nueva biblioteca municipal de Torrelodones (1.7 millones) en el que están involucrados la propia alcaldesa Elena Biurrum, su marido, el Concejal de Urbanismo, Santiago Fernández y dos técnicos municipales; todo indica que este proceso judicial va a protagonizar el próximo curso político de este municipio, periodo en el cual los grupos de la oposición esperan que se esclarezca la legalidad de dicha compra, una operación, según el grupo municipal de Confluencia Ciudadana, de la que alcaldesa informó en septiembre de 2016 en la Junta de Portavoces a todos los grupos municipales sobre la voluntad del Ayuntamiento de adquirir dicho inmueble situado en la calle Jesusa Lara (Colonia de Torrelodones) para convertirlo en Biblioteca y Sala de Estudio. En una reunión posterior, según Confluencia, “se nos comunica que la compra del mismo debía realizarse mediante concurso público, tal como obliga la ley, y no directamente como pretendía el Equipo de Gobierno”. Y añaden: “Sus pretensiones en este aspecto eran tan evidentes que en el pleno celebrado el 11 de octubre de 2016, antes incluso de que se consumara la adjudicación de Villa Fabricio, ya se hablaba públicamente en sede municipal de este inmueble como futura biblioteca, descartando al segundo edificio presentado al concurso”. Ana Martin, portavoz de Confluencia Ciudadana, añade, ante la sospecha de posibles irregularidades en el cumplimiento de las Normas Subsidiarias de Villa Fabriciano: “Solicitamos al Ayuntamiento toda la documentación al respecto y una vez consultada esta con especialistas se pudo comprobar que efectivamente el edificio que había sido seleccionado no cumplía la normativa vigente como tampoco con la que regía en el momento de su construcción”.
Adjudicación consumada
Villa Fabriciano es obra del arquitecto Francisco Javier Saénz de Oiza y fue construido en el año 1987. Además de vivienda la finca alberga una tienda de antigüedades. “La alcaldesa quería comprar el inmueble antes de sacarlo a concurso, pero se vio obligada a convocarlo. Las bases de hicieron a medida, pero aún así el edifico no cumplía con los requisitos”, señala Isabel Ruiz, concejala del PP.
La adjudicación se consumó el 19 de diciembre de 2016. La mesa de contrataciones estaba formada por el concejal de Urbanismo, Santiago Fernández, el arquitecto municipal, el vicesecretario municipal (todos ellos denunciados): la interventora y Ana Martín, edil de Confluencia Ciudadana. Este partido votó en contra porque existían irregularidades urbanísticas. •El edificio no cumplía ni con las normas subsidiarias actuales (de 1996) ni con las que regían el municipio cuando se construyó.
El pasado 11 de julio se modificaron las normas subsidiarias con la intención de segregar el edificio del conjunto al que pertenece, y así poder acometer las reformas sin tener que solicitar permiso a los propietarios del resto de la comunidad. El Partido Popular ha criticado este cambio realizado a posteriori de la adjudicación. La concejala popular critica que durante la legislatura se construyeron varios edificios para convertirlos en biblioteca y que ahora están alquilados. Y añade: “Desconocemos a qué tipo de acuerdo han llegado los propietarios con el Ayuntamiento. Es algo muy turbio”.
“No puedo morirme tranquilo sin denunciar esta injusticia”
La medida salió adelante gracias a la mayoría absoluta de Vecinos por Torrelodones (VxT) (12 concejales de 21), pero también de los votos del PSOE y Ciudadanos (uno cada partido). Pero la oferta de Villa Fabriciano no fue la única. Serapio Calvo, el primer alcalde democrático de la localidad (1979-1987) presentó otra propuesta: su vivienda construida en 1971. Este inmueble se encuentra en la misma calle que el local adquirido por el Ayuntamiento, pero fue desestimado por no cumplir con los requisitos legales.
En un comunicado de VxT este partido acusa a Calvo de tener “intereses bastardos” e ir en contra de la adjudicación tras ser “excluido del procedimiento”. Serapio Calvo, de 80 años, se defiende y responde, según recogió el diario ‘El País’ que “lo que denunció es que el edificio aceptado no reúne ni las condiciones del pliego ni las normas subsidiarias. “He presentado la querella por honestidad”, y tras retirar su oferta añadió: “No puedo morirme tranquilo sin denunciar esta injusticia”.
El Ayuntamiento de Torrelodones, en un comunicado, explica que han entregado al juzgado toda la documentación que le fue solicitada, haciendo constar que la causa abierta se halla en fase de diligencia previas, en ningún caso ha sido admitida a trámite”. También aclara que el presunto delito cometido sería el de prevaricación administrativa, en ningún caso criminal, como dice el PP”.
El contencioso ahí está y son ahora los tribunales los que tienen la última palabra.