La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado que dos balcones de la Casa Cuartel de El Escorial se desprendieron el pasado 22 de julio. La Asociación asegura que llevaba un año advirtiendo de la situación de ruina del edificio y que no se ha hecho nada al respecto a pesar de que la comandancia tenía noticias del peligro existente.
Por su parte la comandancia de la Guardia Civil niega las acusación de la AUGC y mantiene que se había dotado de presupuesto a la obra para arreglar los desperfectos y que de hecho la zona estaba ya clausurada y que tampoco se permitía el acceso a esas terrazas. Añade que en noviembre de 2016 ya se abrió expediente por el estado de los balcones y que al no contar con partida presupuestaria para afrontar la obra se decidió acotar la zona para evitar riesgos y se comunicó el extremo a la Dirección General y a los agentes afectados.
Con todo, según recogía el diario El Mundo en su edición de 28 de julio pasado, “los arquitectos de la Guardia Civil y otros ajenos al cuerpo habían revisado los balcones y habían dado las instrucciones pertinentes a los responsables de la Casa Cuartel hasta que se pudiera abordar la obra. Incluso se había prohibido el pasar por dicha zona”.
El presupuesto para reformar los balcones se aprobó posteriormente y estaba pendiente de iniciarse la remodelación durante este verano.
Hace dos años que se produjo el primer desprendimiento
Según la AUGC “hace dos años que tuvo lugar el primer desprendimiento del revestimiento de ladrillos de uno de los balcones, motivo por el cual acudieron los bomberos de El Escorial que informaron a los agentes que habitaban el pabellón que el estado de este era ruinoso y que corrían peligro de derrumbe. “Como era de esperar los balcones han cedido por fin. Derrumbándose el superior y llevándose también en su caída al inferior. Sin que haya habido que lamentar daños personales, para AUGC-Madrid es inaceptable que los guardias civiles tengan que vivir con la inseguridad que supone habitar un pabellón ruinoso sin que la jefatura haga nada por solucionarlo”, añade la Asociación, que añade que El Escorial no el único caso de pabellones o cuarteles en malas condiciones y cuya reparación se deja en suspenso durante años. “en muchas ocasiones son los propios guardias civiles que habitan en cuarteles en mal estado los que se encargan de pagar de su bolsillo las reparaciones, ante la inhibición de la Jefatura”.
En la sierra hay cuarteles en precario
Lo sucedido en El Escorial es uno de los muchos incidentes habidos en nuestra comarca y relacionados con las casas cuartel, la mayoría de ellas con más de medio siglo de vida y con apenas algún que otro retoque de mantenimiento que no suele pasar de algún que otro brochazo en sus fachadas, mientras el interior de muchas de las viviendas (pabellones) ocupadas por los agentes y sus familias amenazan ruina. Recordemos lo sucedido hace menos de dos años en el cuartel de Galapagar, que curiosamente es de los más nuevos de la comarca, donde una plaga de termitas invadió la casa Cuartel y pese a las denuncias de los afectados, la Comandancia tardó más de un año en tomar la decisión de poner fin a esta situación que. además, estaba complementada con la presencia de ratas en dicho cuartel. La disculpa por la tardanza en actuar, como suele ser habitual en estos casos, es la de no disponer de presupuesto.
Y algo similar sucede en otras casas cuartel viejas y desatendidas de nuestra comarca, como por ejemplo la de Valdemorillo, o las de Collado Mediano, Becerril de la Sierra, Cerceda o, incluso, la de Collado Villalba, unas instalaciones con una antigüedad superior al medio siglo donde cohabitan agentes de rural y de tráfico en unas instalaciones muy precarias, que no están acordes con las necesidades de una ciudad que supera los 63.000 habitantes y que está considerada como la capital de la Sierra del Guadarrama.