Elena Marroig, directora general de Infraestructuras de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, en relación a la polémica desatada el pasado miércoles en la Comisión de Educación de la Asamblea de Madrid, tras la exposición hecha por María Isabel Andaluz (PSOE), sobre la situación en la que se encuentran los niños de Moralzarzal escolarizados en el Colegio El Raso, ha aclarado que la construcción de un nuevo centro está prevista en los nuevos presupuestos de la Comunidad de Madrid, pero que dado que el Ayuntamiento de Moralzarzal no ha desarrollado la primera fase (aportación de la parcela donde se reubicase el nuevo colegio, la Consejería no ha podido emprender la segunda”.
El Consistorio de Moralzarzal que preside Juan Carlos Rodríguez Osuna (Vecinos por Moralzarzal Participa), propuso para levantar dicho colegio una parcela (la P7448S1) situada en la zona de Las Hachazuelas. El problema surge cuando la Consejería de Educación se opone al uso de la misma puesto que la parcela en cuestión es propiedad de la Comunidad de Madrid tras haberla obtenido mediante una cesión supramunicipal y así aparece en el Inventario de Suelo de la Dirección General de Urbanismo de la Consejería de Medio Ambiente. El uso de esa parcela es de equipamiento público, por lo que podría destinarse a la construcción en ella de un colegio público, pero para poder materializar ese equipamiento, hay que darle primero de baja en el inventario de suelo de la Consejería de Medio Ambiente y adscribirla después a la Consejería de Educación. Para ello, además de tener que realizar una mutación demanial (un cambio de afección del bien), el Ayuntamiento debería justificar que no dispone de otras parcelas dotacionales”, puesto que para Marroig “existen otros usos de carácter municipal que pueden satisfacer las necesidades de suelo en la parcela 76/77”
Vacas por colegio
En el mes de febrero de 2015, el Ayuntamiento de Moralzarzal, por entonces presidido por José María Moreno (Partido Popular) y Comunidad de Madrid firmaron un convenio por el que ambas instituciones se comprometían a financiar las obras de un nuevo colegio público en el que el Consistorio se encargaba financiar la primera fase del proyecto, que comprendía seis unidades de Educación Infantil, comedor, sala de usos múltiples, dirección y administración. Y posteriormente, la Consejería de Educación llevaría a cabo la segunda fase que comprendía doce unidades de Primaria, además de gimnasio.
Estaba previsto que la ubicación de este nuevo colegio estaría localizada en el entorno de la dehesa boyal de Moralzarzal (así lo indicaba un cartel situado junto a la valla de cerramiento de esta finca), monte de utilidad pública que tras el cambio de gobierno (mayo de 2015), Vecinos por Moralzarzal, para demostrar que ellos cumplían sus promesas (ha sido la única hasta ahora) y en contra de un gran número de vecinos, adjudicó la Dehesa a la Asociación de Ganaderos de Moralzarzal, por 2.546 euros de alquiler anual, cambiando el bienestar de centenares de alumnos de Primaria y Secundaria de este municipio, ahora hacinados en las viejas instalaciones de El Raso, donde además de gastaron en un lavado de cara (pintura, persianas, canastas de baloncesto, etc. más de 300.000 euros) en favor del esparcimiento y la alimentación de un puñado de vacas y media docena de caballos.
El nuevo Equipo de Gobierno, tal vez por hacerse notar o de intentar enmendar el error cometido (seguramente en estas fechas a primera fase del nuevo colegio de la Dehesa ya estaría en funcionamiento, propuso la cesión de la parcela P7448S1 (Las Hachazuelas) y con ello la paralización del nuevo colegio. El gobierno de Rodríguez Osuna intenta ahora justificar su grave error, del que tarde o temprano le pedirían cuentas sus vecinos, diciendo: “seguimos luchando contra la Comunidad de Madrid por conseguir un nuevo centro escolar”. Mejor sería que aportasen la parcela que les demanda la Consejería de Educación y admitir que están luchando contra ellos mismos para paliar el daño generado en este tiempo a centenares de niños que por los errores de los dirigentes del Gobierno municipal continúan escolarizados en las precarias instalaciones del Colegio El Raso.