El PP de Galapagar con el apoyo del PSOE aprobó el pasado viernes las nuevas Normas Urbanísticas

En la sesión plenaria celebrada el pasado viernes por el Ayuntamiento de Galapagar, el Partido Popular que gobierna en minoría, gracias a los votos del PSOE consiguió -a la tercera intentona- aprobar las Normas Subsidiarias de este municipio que sustituirán a las del año 1976.

Aunque en la sesión plenaria de octubre pasado ya se hablaba de que el portavoz del grupo socialista, José Luis Cotallo González, había insinuado su predisposición a apoyar al Ejecutivo popular en este punto, al final se echó atrás al no poder justificar ante sus compañeros el giro de posicionamiento mostrado en la reunión previa, a la que también asistieron el resto de los grupos municipales de la oposición (Cambiemos Galapagar, Ciudadanos, PSOE, IU y la concejala del grupo de No Adscritos), y donde pudo observarse que en la propuesta del Ejecutivo se habían incluido algunos artículos con el presunto interés de regular los Altos de La Navata y La Peraleda que en la propuesta municipal aparecían ya como urbanizables en trámite, cuando deberían aparecer como ‘no urbanizables’. Para Cambiemos Galapagar “los planos son tan pobres, confusos y mal definidos que es complicado saber qué es lo que se está aprobando realmente”. De ahí los reproches hechos el mismo viernes por Felipe Gama Escobar, portavoz de Ciudadanos, al grupo socialista, a los que acusó de “haber respaldado un planeamiento sin tener conocimiento de su contenido” Y añadió: “Ante la ausencia de debate este punto debería haber quedado sobre la mesa”
Cierto es que el Ayuntamiento de Galapagar tenía necesidad de aprobar unas nuevas Normas Subsidiarias dado que las vigentes eran del año 1976, un planeamiento obsoleto respecto al marco normativo y ambiental de la ordenación del territorio y por tanto demandaba la redacción de un Plan General. “La ausencia de este planeamiento, tal como dijo PROES (Consultora de Ingeniería y Arquitectura integrada en el grupo Euroconsult), propiciaría el crecimiento del municipio como hasta ahora, es decir, a través de modificaciones puntuales o de desarrollos de suelo consolidado sin posibilidad de dotar al Ayuntamiento de un instrumento que facilite la gestión del territorio global.

Altos de La Navata
Lógicamente las ‘malas lenguas’, tras conocer la noticia de la aprobación, el pasado viernes, de la nueva normativa urbanística de Galapagar (noticia que curiosamente y en contra de la predisposición del alcalde a publicitar su gestión a ‘bombo y platillo’ y aún ayer aún no había salido a la luz pública), han empezado a desempolvar el faraónico proyecto de ‘Los Altos de La Navata-La Peraleda’, el que durante los últimos cuatro años ha defendido a capa y espada el regidor popular, Daniel Pérez, tal como les mostraremos a partir de mañana y en días sucesivos. A título de ‘aperitivo, hoy les desglosamos el contenido resumido de la carta enviada hace unos tres años a los galapagueños por el regidor popular, un hecho sin precedentes en el municipalismo de esta comarca, cuyo contenido, resumido, entrecomillamos: “ Sería una completa irresponsabilidad decir ‘NO’ a los Altos de La Navata porque es algo más que un proyecto urbanístico”. Y al más puro estilo de José Isbert en la película de ‘Bienvenido Mister Marshall’, añadía:..”Me pongo en la piel de todas y cada una de las familias de Galapagar, en la piel de tantos y tantos jóvenes que no tienen un espacio para disfrutar su tiempo libre y han de salir a municipios vecinos para pasar la tarde con los amagos....” “Me pongo en la piel de los padres que a la hora de elegir un colegio para sus hijos no encuentran en Galapagar la opción que busca..” “Me gustaría que algún día mis hijos puedan seguir viviendo en Galapagar y por ello tengan viviendas asequibles, grandes zonas verdes, y avenidas anchas, carriles bici, peatonales, etc, etc,...” “Estoy seguro que Galapagar con Los Altos de La Navata saldrá ganando en todos los aspectos, especialmente en calidad de vida..”. “Y estoy hablando de un proyecto que generará 3.500 puestos de trabajo, y eso sólo en las labores iniciales de urbanización de la zona y edificación, sin contar con el empleo que se creará después con la puesta en funcionamiento de grandes servicios, ya sea en gestión, atención al nuevo centro comercial, al colegio, a la conservación de parques....”