El negocio de la ORA
Por: M. Llorden
martes 15 de noviembre de 2016, 20:03h
Extinguido hace tiempo el negocio especulador inmobiliario que ha asolado los Ayuntamientos y ha propiciado la corrupción y los despilfarros municipales, las oportunidades para la ‘clase’ empresarial y política que gobierna lo municipios se ha desplazado hacia la privatización de los servicios públicos, mercantilizándolos de tal manera que estos han perdido su finalidad pública.
No hay resquicio para la privatización y el negocio público-privado. En contra de lo que se nos quiere hacer creer, las privatizaciones no suponen para los ayuntamientos ahorros de costes y más eficacia. Muy al contrario, las dotaciones presupuestarias se mantienen o suben, las plantillas municipales se van reduciendo, igual que las retribuciones y la ciudadanía ha perdido la calidad en la atención por esta disminución de puestos de trabajo.
En Collado Villalba, por ejemplo, se ha vuelto a implantar, esta misma semana, la ORA, conocida también como Zona Azul, ampliándose a 1.600 plazas, una cifra superior a la anterior que obviamente beneficia Dornier, la empresa adjudicataria de este servicio que precisamente está salpicada por la denominada ‘Operación Sancus’, adjudicataria en UTE con ‘Roig Obres Serveis y Api Movilidad del concurso de la ORA en Palma de Mallorca, adjudicación que provocó, el pasado 17 de octubre la detención de trece personas vinculadas con dicho Ayuntamiento. Obviamente esto no quiere decir que Dornier S.A. esté implicada en el asunto, pero si evidencia lo que decíamos al principio en relación al riesgo que puede el proceso de privatizaciones millonarias de algunos servicios públicos.
Por el otro lado, es justo reconocer que la regularización del estacionamiento en superficie generalmente constituye un buen sistema para permitir una rotación en los aparcamientos de vehículos, y en consecuencia, una mejora de la movilidad ciudadana, Ahora bien, cuando se produce una extensión indiscriminada de la Zona Azul y en calles o en zonas donde la demanda de aparcamiento es menor, como ha ocurrido ahora en este municipio, ese instrumento recaudador se transforma en un problema ciudadano, al no tener otra finalidad que el lucro público-privado, es decir, el puro mercantilismo.
En cuanto a los perjuicios de los villalbinos estos son diversos. Perjuicios que se sustentan básicamente en los costes de las tasas de aparcamiento, en la eliminación de algunas zonas dedicadas a residentes al no poder dejar el coche, como antes, cerca de su domicilio, por la disminución de ventas por parte de algunos comerciantes y hosteleros que pierden a sus clientes ante las molestias a la hora de estacionar el vehículo donde lo hacía antes. Sobre el asunto de las multas, al que hacía mención ayer este periódico, por el hecho de utilizar la Zona Azul, les hablaremos más adelante, porque también va a incidir negativamente en el bolsillo de los usuarios.