Riesgo de un brote de sarna en el Parque de Guadarrama por la superpoblación de la cabra montesa
Esta enfermedad, que no es mortal, podría suponer el cierre del Parque Natural
lunes 31 de octubre de 2016, 22:47h
La Comunidad de Madrid ha advertido del riesgo que supone la ‘superpoblación’ de cabras montesas en el interior del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, donde se estima que habitan más de 3.600 ejemplares. De ahí la alerta de riesgo al desencadenarse un brote de sarna que afecta no solo a esos animales salvajes, sino también a la cabaña ganadera.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente explican que si esta enfermedad, que no es mortal para el ser humano, pero sí muy molesta, se extendiese, sería muy difícil de erradicar y podría suponer un problema sanitario que conllevaría incluso el cierre del parque, “No hay que ser alarmistas pero puede ocurrir”, señalan las mismas fuentes, que también citan otros problemas derivados de esta expansión de la ‘capra pyrenaíca’ con el peligro de “extinción para especies endémicas”,
Esta advertencia llega después de que el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 32 de Madrid, dictase la suspensión de manera cautelar del Plan de Gobierno regional, junto al de Castilla y León, para abatir entre 500 y 700 ejemplares de cabra montesa al año, durante un lustro.
El PACM habla de extinción
La resolución judicial, cuyo auto está fechado el 17 de octubre pasado, aludía a un “evidente peligro de extinción de las cabras”, según documentación presentada por el partido animalista PACMA, que recurrió el plan, hablando en varios comunicados de una ‘matanza’ que se podía evitar a través de la implantación de medidas como facilitar la expansión natural y dispersión de la especie, emplear métodos anticonceptivos, trasladar a los animales a hábitats similares y respetar y proteger a las poblaciones de depredadores como los lobos.
Para el Gobierno regional, cuyos servicios jurídicos ya han recurrido el acto judicial, las soluciones aportadas por PACM no son viables. “Esto no es una decisión caprichosa y la técnica empleada [el abatimiento mediante disparos] no es una singular de la Comunidad de Madrid. Tampoco se pretende la extinción, como se ha dicho”, exponía el director general de Medio Ambiente del ente regional, Mariano González.
Los ejemplares de ‘capra pyrenaica’ fueron introducidos en Madrid en los años 90. Desde entonces su expansión ha sufrido un ascenso imparable.