La oposición no acepta modificar las Normas Subsidiarias vigentes
El proyecto del Centro Comercial de ‘La Peraleda’ de Galapagar sigue paralizado
domingo 16 de octubre de 2016, 20:58h
En el último pleno municipal, el Equipo de Gobierno de Galapagar, presidido por Daniel Pérez (PP), intentó cambiar las actuales Normas Urbanísticas que rigen en este municipio, alegando que las Normas Subsidiarias vigentes desde hace más de 30 años, perjudican los intereses de los galapagueños. “A quien perjudican, comentaba un expolítico local, es a la multinacional que quiere construir un macrocentro comercial en los terrenos de la Peraleda Grande, no a nuestro pueblo”. Y de esa opinión son muchos vecinos, sobre todo los pequeños comerciantes que consideran que con la puesta en marcha de una superficie comercial de este calibre sus negocios irían a la ruina.
Pero el tema viene de largo. Ya en octubre de 2014, El Faro del Guadarrama se hacía eco del proyecto que manejaba el Ayuntamiento, presidido ya por entonces de Daniel Pérez, basado en la construcción de un Centro Comercial al borde de la M-505 (frente a las urbanizaciones Vistanevada y San Alberto Magno) a través de un proyecto de modificación de las Normas Subsidiarias en la zona conocida como La Peraleda, suelo que estaba y sigue estando calificado de ‘rústico común urbanizable’ lo que, según el regidor galapagueño, era equiparable a “urbanizable no sectorizado”. Incluso la por entonces concejala de Urbanismo llegó a decir que “estos terrenos no están protegidos”.
Las cifras de este proyecto, que al parecer es el mismo que ahora quería retomar el Equipo de Gobierno de Galapagar, o al menos eso es lo que se desprende del interés mostrado por el alcalde en modificar el planeamiento urbanístico local, son verdaderamente espectaculares: “166.000 metros de zona comercial y de ocio, además de 14 de dotación pública para equipamientos (en principio de tipo Cultural), 19.300 de dotacional privado (para hostelería y centro de convenciones), 1.5 kilómetros de carril bici, construcción de 135 viviendas, de ellas un 30 por ciento con algún tipo de protección para jóvenes y que se situarían como prolongación de la actual trama urbana. Y todo ello, añadían desde el Ejecutivo, a sólo 3000 metros del caso urbano”.
¿Hasta 5.000 puestos de trabajo?
Incluso el propio alcalde llegó a decir: “Galapagar no tendrá nada que envidiar y sí mucho que ofrecer a sus vecinos y visitantes. Llevamos 20 años de retraso respecto a otros municipios y ya es hora de completar los servicios y la oferta comercial de esta localidad”, añadiendo: “La puerta en marcha de este proyecto, que supondrá una inversión privada de 70 millones de euros, permitirá la creación de entre 2.000 y 5.000 puestos de trabajo, de los cuales 500 tendrán carácter de fijo en la zona comercial y el resto se irán generando en la fase de construcción”. Y además destacaba que “la modificación urbanística que se plantea, prevé un colchón de 49.000 metros cuadrados como zona verde de transición hacia el monte situado en dirección a Colmenarejo. También está previsto crear una circunvalación para descongestionar la M-505 (carretera de El Escorial) enlazando con la 510 y se habilitará una vía de servicio”.
Y para terminar de vender la oferta, Pérez decía: “Cuando los chavales de los colegios vienen al Ayuntamiento o hacemos algún pleno infantil, siempre me preguntan que “cuando vamos a poner un McDonald´s o unos cines. Yo les digo que un Ayuntamiento no hace eso, pero sí debe poner los medios necesarios para que eso sea posible. Y de eso es de lo que trata este proyecto. Estamos ante una actuación que reportará actividad económica, ingresos para el Ayuntamiento y creación de empleo, promoviendo además un gran espacio de compra y ocio para las familias”. El regidor terminó diciendo: “Ya sabemos que a algunos no les gustará, pero son siempre los mismos. Mi Equipo de Gobierno plantea proyectos en positivo que generen importantes beneficios para Galapagar”.
Tal y como están las cosas, con la oposición municipal que es mayoritaria en el pleno oponiéndose a modificar las Normas Subsidiarias, y con Ecologistas en Acción anunciando que recurrirán cualquier decisión encaminada a construir un centro comercial “en una finca de 120 hectáreas que contempla un encinar mixto con enebros y pinos en el sur y que además cuenta con un manantial subterráneo que favorece el desarrollo de formaciones vegetales no habituales y que fueron defendidos por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid en el año 2002, este proyecto, al menos a día de hoy, está a años luz de hacerse realidad.