Vuelta al ruedo para Del Valle

Un pobre balance artístico arrojó la novillada con picadores celebrada el pasado domingo 22 de abril en la plaza de Las Ventas de Madrid. Tan sólo el novillero madrileño Sergio del Valle recorrió el anillo a la muerte del quinto novillo de la tarde. Este triunfo lo consiguió en parte tras sufrir dos serias y espeluznantes volteretas, afortunadamente sin mayores consecuencias que los golpes, así como una conmoción cerebral. Antes de sufrir este percance, el novillero madrileño había estado firme y dispuesto con un utrero con bastantes problemas y peligroso con el hierro onubense de Hermanos Domínguez Camacho.

Además de este ejemplar, hubo otro con ciertas dificultades, el segundo, y el resto tuvo un comportamiento manejable, dejando estar a gusto a los espadas, sin arrear nada pero sin la bravura y la transmisión suficiente que se requiere en esta plaza y que sirve para poder tener un éxito de categoría.

Antes de esta vuelta al ruedo, Del Valle había sido ovacionado en el segundo tras componer una faena con voluntad y deseos. Otro integrante del cartel fue Javier de la Concha, que pasó por Madrid sin obtener un premio que aclare su carrera de cara al futuro. Estuvo demasiado frío y académico en el novillo que abrió plaza en un trasteo sin demasiada convicción. Con el cuarto, De la Concha volvió a apostar poco, perdiendo muchos pasos entre muletazo y muletazo, por lo que el público terminó por no prestarle muchas cuentas. El novillo de Camacho también hay que decir que se agotó muy pronto y tampoco ayudó al triunfo.

Los mejores muletazos de la tarde llevaron la firma del sevillano Antonio Chacón, que dejó el esbozo de muletazos de cierto pellizco y con personalidad pero poco ligados, por lo que al trasteo le faltó conjunción. Si hubiera manejado con más tino la espada es posible que hubiera obtenido algo más que silencio. Con su primero, el sevillano poco pudo hacer.